Informe revela colaboración entre Ejército mexicano y grupos criminales para combatir al CJNG
- Según International Crisis Group, en 2021 el Ejército ejecutó a aproximadamente 400 miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación.
Según un informe de International Crisis Group, durante la administración de Andrés Manuel López Obrador, el Ejército mexicano y grupos criminales locales colaboraron para expandir su control territorial. En el otoño de 2021, Michoacán fue escenario de intensos enfrentamientos cuando el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) lanzó una ofensiva, causando desplazamientos masivos y atrayendo la atención de medios nacionales e internacionales.
El informe titulado “El laberinto de los generales: crimen y militares en México” detalla cómo las Fuerzas Armadas, junto con grupos criminales opuestos al CJNG, realizaron operaciones conjuntas. En estos enfrentamientos, las Fuerzas Especiales del Ejército mataron a aproximadamente 400 miembros del CJNG, cuyos cuerpos fueron desaparecidos con la ayuda de los grupos locales para evitar ser acusados de crímenes de lesa humanidad.
A pesar de las pérdidas significativas, el CJNG no fue desmantelado y se reagrupó rápidamente. Esta situación evidencia la capacidad de los grupos criminales para reponer sus filas incluso después de grandes bajas, lo que destaca la resiliencia del CJNG ante las acciones militares.
El informe también señala que ha habido acuerdos tácitos entre el gobierno y los grupos criminales para reducir la violencia visible a cambio de permitirles un mayor control territorial. Este entendimiento ha permitido a las organizaciones criminales diversificar sus actividades ilegales y legales, manteniendo un perfil bajo en términos de violencia.
La interacción entre las autoridades y los grupos criminales se caracteriza por la reducción de la violencia visible a cambio de un mayor control criminal sobre ciertas áreas. En algunas regiones, las fuerzas de seguridad parecen haber llegado a acuerdos con las organizaciones criminales, facilitando su expansión y control.
A pesar de una mayor presencia militar en las calles, los homicidios no han disminuido significativamente. Las estrategias de seguridad actuales han permitido una mayor consolidación del control criminal sobre ciertos territorios, subrayando la necesidad de reevaluar estas estrategias para abordar las causas profundas del crimen y la violencia.
