César Trujillo
La Sala Regional Xalapa ordenó la anulación de la elección del diputado federal del Distrito 2 de Bochil, Humberto Pedrero Moreno. Le comprobaron que falsificó documentos y se apoderó de la adscripción a un pueblo indígena fingiendo ser ejidatario. Es más, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) turnó el caso a la Fiscalía para la Atención de Delitos Electorales (Fepade), según informó de Proceso. Con ello sería oportuno que se aplicara una auditoría a la Secretaría de Hacienda que recién dejó para conocer su desempeño.
Y es que el paso del huracán Humberto Pedrero por esta dependencia, aseguran los mismos trabajadores, dejó una estela de corrupción que detonó con la búsqueda por justificar multimillonarias compras del Gobierno del Estado a través de la adquisición de facturas al 3 por ciento, creando para ello un gran número de empresas “patito” que le servían para cubrir sus fechorías: lo cual nos muestra el porqué de su desesperación por conseguir el fuero desde una curul.
Por algo se dice que pasó de ser un simple lacayo a forjarse un emporio y engrosar la lista de los nuevos millonarios herederos del sexenio de Manuel Velasco (como José Luis Sánchez de Icoso o el mismo Roberto Rubio). Los mismos funcionarios señalan que Pedrero “rasuró” todo tipo de dependencias (centralizadas y descentralizadas) a las que les exigía la devolución del presupuesto asignado para que pudiera, a través de sus empresas fantasma, redirigir el dinero a sus aviesos intereses.
Se ha dicho que, incluso, aquel funcionario que se negaba a cumplir con lo que llamaban “orden de operatividad” (argumentando que dichas disposiciones venían del mismo Ejecutivo estatal) era víctima de la cólera y del dedazo ante el gobernador para que el desobediente fuese destituido, en el mejor de los casos, o que se le generara presión y/o persecución política, según fuese el caso.
Con eso entendemos esa hambre de poder y la furia desatada de un joven que fue capaz de despojar de una candidatura a los pueblos originarios buscando mantener el fuero y poder desde la Cámara Baja, sin importar torcer las leyes para poder cumplir con su cometido. Aunque esta vez le falló.
Pero no todo queda ahí con el ejidatario vuelto júnior o viceversa. A esto debemos sumar el duro golpe que el mismo Humberto Pedrero le propinó a la burocracia y a los extrabajadores de Gobierno del Estado, pues fue él quien orquestó el despido masivo bajo el burdo argumento de ahorro presupuestal, lo cual fue un error terrible que terminó costando una suma millonaria en la indemnización al gobierno y lastimando severamente la operatividad, al despedir a quienes sí trabajaban y seguir solapando a los aviadores.
¿Cuál será el destino de Humberto Pedrero ahora que se ha quedado sin fuero, me pregunto?, ¿qué le depara el futuro al exsecretario de Hacienda con todos los errores cometidos en donde las cifras simplemente no le cuadran? Si se aplica la ley a como lo ha prometido Andrés Manuel López Obrador, al ahora investigado exfuncionario le debería tocar la cárcel y le deberían dar sus exequias en la política.
Sin embargo, cierto es que mucho del actuar del exsecretario de Hacienda es derivado, en una parte, de las peticiones del gobernador Manuel Velasco Coello que ha usado a sus colaboradores como carne de cañón. Aunque en otra, claro está, es derivada de su hambre desmedida creyendo que podía tener tres años de impunidad cobijado en el Legislativo desde donde podría seguir tejiendo su futuro en manos de la corrupción que lo ha perseguido.
Así, hoy Pedrero debe estar lamentándose de su suerte y con los dedos cruzados para que las anomalías e ilícitos que se operaron desde Hacienda no lo alcancen. Parece que nunca imaginó que el ultraje que hizo a los maestros, empresarios, constructores, entre otros, al no liberarles el pago podría darle un revés ahora que la orfandad lo alcanzó.
Y ya no digamos de la fisura que les metió a los partidos políticos a los que les han quedado a deber y que ahora seguramente van a pedir, de forma justa, que el peso de la ley alcance al exsecretario que pensó que los tiempos eran los de antes y que podía usurpar un puesto como el de ejidatario sin que nada pasara.
Manjar
A Manuel Velasco le han propinado un certero arponazo, aunque muchos digan que no es así. Le cepillaron, diría un amigo, a sus incondicionales. Rubio y Pedrero son los dos primeros alfiles caídos. Era del círculo estrecho. Los que se relamían las comisuras pensando en que todo estaba listo. Pensar desde la impunidad no es lo más inteligente. Para nada es así. Lo hemos visto ahora y esperemos que el brazo de la ley los alcance. #Duro_Y_A_La_Cabeza // La recomendación de hoy es el libro Otras voces, otros ámbitos de Truman Capote y el disco Beggars Banquet de The Rolling Stones. // Recuerde: no compre mascotas, mejor adopte. // Si no tiene nada mejor qué hacer, póngase a leer.
* Miembro de la Asociación de Columnistas Chiapanecos.
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