- Esta emblemática receta, creada por Julián Martínez y Caritina Constantino, ha sido preservada a lo largo de generaciones y hoy sigue cautivando a locales y visitantes en la famosa lonchería de “Tío Jul”.
Noé Juan Farrera Garzón
El “Hueso de Tío Jul” es más que un platillo; es una tradición gastronómica que ha perdurado en Comitán de Domínguez, Chiapas, desde 1938. Esta emblemática receta, creada por Julián Martínez y Caritina Constantino, ha sido preservada a lo largo de generaciones y hoy sigue cautivando a locales y visitantes en la famosa lonchería de “Tío Jul”.
El nombre hace referencia a un chamorro de puerco hervido, servido con una combinación de picles caseros y especias locales que resaltan su sabor inconfundible. Su ingrediente estrella es la salsa de chile ancho semi dulce, la cual aporta un equilibrio perfecto entre lo picante y lo ligeramente dulce, brindando una experiencia culinaria única.
Para acompañarlo, no pueden faltar las tortillas hechas a mano, que complementan la riqueza de este platillo tradicional.
La lonchería “Tío Jul” también es conocida por otros antojitos típicos de Comitán, como el pan compuesto y las tostadas, que forman parte de la identidad gastronómica de la región. Su compromiso con la autenticidad y el rescate de recetas tradicionales ha convertido a este establecimiento en un punto de referencia para quienes desean conocer los sabores más representativos de Chiapas.
Quienes visitan Comitán encuentran en el “Hueso de Tío Jul” no solo un platillo delicioso, sino también una conexión con la historia y la cultura local preservada en la lonchería de Tío Jul. Esta receta, transmitida de generación en generación, es un claro ejemplo de cómo la gastronomía puede guardar la identidad de un pueblo.
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