Guillermo Ochoa-Montalvo
Querida Ana Karen, Al leer el texto de Josefina García Quintana, intitulado “Salutación y Súplica que hacía un Principal al Tlatoani recién Electo” me viene a la mente el ritual político mexicano de la sucesión presidencial. Con la muerte del Tlatoani Moctezuma, muerto a pedradas por su pueblo, parece instituirse la misma práctica con los presidentes mexicanos. El Tlatoani ha muerto; viva el Tlatoani; recordando aquella frase declarada en 1422 al ascenso del Rey Carlos VII tras la muerte de Carlos VI: el Rey ha muerto, viva el Rey.
Josefina García retoma el Huehuetlatolli para explicar la sucesión mediante el discurso elaborado por algún prominente sacerdote quien debía reunir rigurosos requisitos al pronunciarlo, y explica: “Pero igual o mayor importancia tiene que poner atención en el lenguaje utilizado en el lenguaje utilizado puesto que todo ello junto, debe producir como resultado un conocimiento más riguroso de las formas ideológicas vigentes en la formación social mexicana antigua”, que en su totalidad, conlleva el ejercicio absoluto del poder. “Y no precisamente por el tlatoani solo, sino por el grupo dirigente en conjunto pues ambos apoyan y justifican su existencia recíprocamente”, afirma la autora.
“De la misma manera se exalta la naturaleza deificada del Tlatoani y su excepcional tarea que consiste en el gran esfuerzo de gobernar. El pueblo existe gracias al señor, sin él es un pueblo incapaz de hablar, imposibilitado para entender; y, sobre todo, dependiente de la comunicación estrictamente restringida entre Dios y el Tlatoani. Para la existencia del pueblo y de sus medios para vivir se necesita la expresión de los designios de Dios y éste no habla sino a través del Tlatoani”.
Esta antigua práctica no difiere mucho del México actual. Antes fueron: Acamapichtli, Huitzilihuitl, Chiamalpopoca, Itzcoatl, Moctezuma Ilhuicamina, Axayácatl, Tizoc y Ahuizotl como más tarde, fueron los presidentes revolucionarios quienes no escaparon al escarnio público al término de sus mandatos, sin mencionar a los del Siglo XIX, quienes corrieron con la misma suerte.
En mi apreciación, muy personal, considero que no será distinta esta práctica al asumir la presidencia, Claudia Sheinbaum. El apresuramiento por emprender Reformas cuestionables que apuntan al totalitarismo, lo interpreto como una medida que allane el camino de la nueva presidenta para emprender un gobierno moderado, conciliador y libre de culpas pasadas.
Los partidos y actores políticos incómodos encontrarán un sitio especial en el aparato gubernamental y otros, pasarán al cementerio temporal de los partidos y actores políticos del Poder.
Es casi seguro, que los gobierno estatales serán alineados hacia una política de “unidad y conciliación” para brindarle legitimidad y gobernabilidad a la nueva Presidente o presidenta, como quieras llamarle.
En cuanto a las alcaldías de la CDMX y los ayuntamientos, veremos en el transcurso de julio y agosto como se re acomodan aquellos partidos y candidatos incómodos para hacerlos caer mediante la judicialización de las elecciones. Es notorio que los municipios son “moneda de cambio” y están sujetos a las decisiones de la federación y los estados. Para el caso particular de Chiapas, ya veremos cuántos de los 78 municipios impugnados quedan bajo el gobierno del ayuntamiento que haya ganado en las urnas y cuántos llegan al Poder en aras de la justicia.
La migración, además de convertirla en fuerza de trabajo barato y explotado, contará con un discurso “humano” de protección y apoyo especialmente, para quienes no encuentren opciones en la Unión Americana, más aún, si Donald Trump llega a la presidencia de Estados Unidos de Norteamérica en el mes de noviembre.
Los organismos autónomos, incluyendo INE se “democratizarán” con un sentido profundamente ciudadano. La separación de los tres Poderes será parta del discurso oficial que brindará la percepción de haber llegado a un piso exitoso de la Cuarta Transformación gracias a la voluntad de 35 millones de mexicanos que optaron por un gobierno mesurado y con rumbo. Nadie cuestionará el incremento de la pobreza y la miseree en México mientras se cuenten con los recursos que permitan cubrirlos Programas Sociales.
La impartición de justicia se hará sentir como un triunfo ciudadanos más del pueblo al elegir (a modo) a sus Ministros. De seguro, lo celebrarán más los del crimen organizados al ver libres a sus esbirros.
El meta lenguaje político cambiará de tono. Sin duda, conoceremos un neo-lenguaje en el discurso político lleno de “otros datos” que pasarán a ser parte del “ideario político” entre el vulgo popular. Otro aspecto, que de seguro será objeto de conciliación, será la relación con los medios de información, la cooptación de sindicatos y organizaciones de la sociedad civil, para quienes seguramente, se dispondrán de bolsas especiales para obtener alianzas favorables.
Visto así, el panorama de un “gobierno moderado”, habrá que pensarse en el cómo piensan resolver el tema financiero para brindarle certeza al capital extranjero o cómo resolverán la sustitución de importaciones en un país como el nuestro, carente de ciencia y tecnología incapaz de implementar maquinarías, procesos industrializados, incluyendo la industria farmacéutica con lo que esta representa en la toma de decisiones de los gobiernos, sus políticas públicas de salud sus finanzas.
Auguro que lo primeros mensajes conciliatorios se dirigirán al sector salud brindando esperanza de atención médica universal a quienes más lo necesitan y las políticas públicas de atención a niños con cáncer, mujeres, discapacitados y adultos mayores serán parte del primer paquete en discurso político.
Como sea, Ana Karen, considero que nos aproximamos a un gobierno de lobos disfrazados de ovejas donde la oposición se verá envuelta en una severa represión, pero sin crímenes visibles, como a la vieja usanza cuando no eran tan notorios los homicidios ni violencia política.
En los días por venir presenciaremos una feroz lucha por impulsar las Reformas, incluida la Constitución mexicana, y las fuerzas opositoras.
Serás testigo de una transformación radical del país, donde a nosotros nos queda la capacidad de construir una sociedad libre a partir de la cultura, el arte y la conciencia clara de una verdadera democracia, porque defender las libertades del Hombre, es una cuestión de amor.
