Rodrigo Ramón Aquino
Rosy Urbina es la primera mujer en ganar la diputación federal por el Distrito XII, como antes fue la primera mujer gobernando Tapachula. Ganó sólo con Morena, sin el respaldo de otros partidos. Ganó pese a los bloqueos, las intrigas y las traiciones. Rosy es ya un referente de la política en la Frontera Sur, una marca consolidada y reconocida por la ciudadanía. Con cerca de 70 mil votos ganó ella y gané yo.
Gané porque su triunfo es mi graduación como consultor y estratega en comunicación política. Confió en mis ideas y me respaldó cuando voces intrigosas le fueron a contar que el Jaguar y su equipo no me veían con buenos ojos. Sabia como es les dijo que entendía por qué lo decían, pero que ya estábamos en otro proceso, en otras circunstancias, y que yo estaba ayudando y trabajando. No lo sabe, pero por ese gesto solidario seré su incondicional siempre.
Y así, trabajando y en campaña me encontró el hoy gobernador de Chiapas, Eduardo Ramírez Aguilar. En su gira por la Frontera Sur, en Unión Juárez, su coordinador de comunicación social, José Luis Sánchez, me vio entre los asistentes y me invitó a subir al escenario para saludar al Jaguar. Un abrazo sincero, alegre, después de muchos años sin vernos, selló la postal que en los hechos confirma que en la nueva era que inicia cabemos todos los chiapanecos.
Por mi parte me siento muy contento y agradecido de estar de nuevo en Chiapas en un nuevo momento. Todo un año estuve en campaña. Después de trabajar por años en el gobierno federal, en el IMSS, con Zoé Robledo, llegué de avanzada, en junio de 2023, como parte de un proyecto político que tomó otro rumbo.
Como profesional de la comunicación y como simpatizante del obradorismo participé en el proceso interno de Morena para la coordinación estatal de la defensa de la transformación con Carlos Morales y para la coordinación en Tuxtla Gutiérrez con Aquiles Espinosa. Tras concluir con esos procesos y compromisos, mi tierra, el Soconusco, la Frontera Sur, me esperaba para el siguiente episodio.
Durante 90 días, bajo el liderazgo de Rosy Urbina, volví a caminar los escenarios de infancia. Tuxtla Chico, la tierra de mi madre, y Suchiate, la tierra de mi padre. Estuve en Unión Juárez, Cacahoatán, Tapachula, la ruta que en los veranos de la preparatoria recorría a diario como cobrador de autobuses de la línea Unión y Progreso. Encontré muy tranformada a la Perla del Soconusco, dinámica, moderna, con sus grandes retos al ser el corazón de la frontera. Qué mejor cierre de un todo año de campaña que ganando. Ahora toca retomar el oficio, el mejor oficio del mundo. Usted ya sabe cuál.