Luis Enrique y Diego Garcia
Fue muy ilustrativo ver el programa de Carlos Loret ayer, 4 de mayo de 2004, por la información allí vertida. En un intento de honestidad intelectual debo reconocer que nos equivocamos. Es un golpe de realidad muy fuerte pero hay que tomar conciencia plena de ella y digerirla, tragar sapos sin hacer gestos. La información en este programa de anoche y las paginas de los diarios internacionales, son contundentes.
1. En realidad no le fallaron al país los que vendieron su voto por necesidad, es nuevamente la clase media que, a pesar del país se encuentra en llamas por el apropiamiento del crimen organizado de poblaciones completas, la corrupción escandalosa y el desatino de la administración gubernamental, votó por Claudia Sheinbaum. Contrario a lo esperado y frente a la misma circunstancia, la ciudadanía con estudios de posgrado y licenciatura, de quienes se esperaba mayor racionalidad, también votó mayoritariamente por Morena. Frente a ello, solo nos queda recordar que verdad y mayoría, no son sinónimos (Haberle, 2004). No necesariamente ser mayoría significa tener la razón y las consecuencias serán funestas para el país en los años por venir.
2. Ya los mercados internacionales reaccionaron, la caída del mercado de valores, la pérdida de valor de las acciones bancarias y la depreciación del peso son las consecuencias inmediatas. Los principales diarios del mundo advirtieron ayer que México se encamina a consolidar un régimen autoritario con la llegada de Sheinbaum (más radical que AMLO) y la mayoría calificada en el poder legislativo federal, obtenida irregularmente en tanto los partidos que conformaron la coalición Morena, PT y PVEM, para efectos del reparto de curules en ambas cámaras, se pretende que sea de manera individual como partido y así darle la vuelta a la prohibición constitucional de una sobre representación del 8 por ciento con relación a los votos obtenidos en las urnas. Eso es lo único discutible que queda, si a caso y de no rectificarse esa sobre representación que ronda entre el 17 y 24% para el bloque oficialista, atenta contra la certeza jurídica de las inversiones en México, por eso la caída de los mercados de valores accionarios y la depreciación del dólar con consecuencia para la economía y con efectos para la calidad futura de vida de los mexicanos.
Nada sorprendente debemos esperar de la apertura de casillas que se dara hoy en el grueso de los paquetes electorales, solo se encontraran inconsistencias salvables que le limpiaran el triunfo de Claudia, dándole legitimidad y validez formal a su elección. Los numeros no variaran significativamente, solo se repararán las inconsistencias producto, seguramente, de la ineficiente capacitacion del INE a quienes sirvieron de funcionarios de casilla, a quienes no por ello debemos dejar de agradecerles su valiente participación, a pesar del temor a la violencia política, y en diversos ámbitos, que campeó durante el proceso electoral iniciado en septiembre de 2023 y que, ciertamente, aminoró durante la jornada del pasado domingo 2 de junio.
El proximo 1o. de septiembre próximo, fecha en que se habrá de instalar la nueva legislatura federal, inicia el 2 piso de la transformación, con las reformas constitucionales de antaño conocidas y difundidas por AMLO: serán aprobadas, lo que implica la eliminación de los contrapesos como la SCJN y de otros elementos propios de las democracias modernas del Siglo XXI. En ese contexto es evidente que un régimen contrario ha llegado a México, el viejo presidencialismo priista pero masterizado ha retornado disfrazado de Morena, no mediante su imposición ni el fraude, sino con el consenso de la mayoría de los mexicanos. Mucho me temo que yo, Luis Enrique, como mi generación, ya no estaremos en este mundo cuando las cosas cambien, estos modelos esta comprobado que, a la larga, constituyen un fracaso con funestas consecuencias para las sociedades nacionales, en la calidad de vida de sus miembros y en el achicamiento de los derechos humanos. Bien lo dijo Joseph de Maistre: Los pueblos tiene los gobiernos que se merecen. Reitero: verdad y mayoria no son sinonimos pero nada que hacer ya, nada que discutir.