Guillermo Ochoa-Montalvo
Querida Ana Karen, Rompiendo la costumbre, Amanda me manda un mensaje hasta las 7 de la mañana recordándome que hoy me toca invitarle el desayuno para continuar la charla sobre los municipios en México y las alternativas para romper la inercia de malos gobiernos hacia un verdadero fortalecimiento municipal.
Amanda esperaba el desquite segura de que le pediría un desayuno ligero mientras yo comía espléndidamente; pero no. El cambio a la justicia, equidad e igualdad, se demuestra andando y eso fortalece la amistad y de paso, hay que decirlo: esos principios fortalecen al municipio que parte de su Bando de Buen Gobierno, así se le conoce constitucionalmente.
—Tus piernas me recuerdan a las de Isabel Pantoja; lucen espléndidas en esa falta celeste, Amanda, -le comento acercándole la silla.
—No es celeste, es azul, pero si está en desacuerdo, lo podemos cabildear. Tengo una pregunta, ¿porque nunca participaste para ser presidente municipal?
—La mayoría te respondería: “porque no tengo paga”. En realidad un cargo público implica responsabilidad, preparación, conocimientos, experiencia en la función pública y comprensión de las leyes; pero sobre todo un amplio conocimiento de su propio municipio. No se trata de ganar una elección con marketing político ni con dádivas a las comunidades, se trata de comprender la esencia municipal para saber gobernar. A mí, la política me agrada desde la limpieza de su ciencia. Acceder al poder a cambio de cualquier arreglo, no me convence.
—Entonces dime , cómo podría fortalecerse el municipio, según tú, -me reta Amanda con una mirada desafiante, nada coqueta como la que le lanza al varón que la observa de lejos
—Para mí, es una cuestión de voluntad política del presidente municipal y obvio, de los poderes reales y fácticos. Los fácticos no los podrás cambiar, pero con los de la federación y el estado, podrían aprovecharlos a su favor.
—De cuerdo pero dime 10 cosas que deberían hacerse para fortalecer el municipio, -me pide impaciente Amanda con golpecitos del tenedor en la mesa.
— Te respondo desde mi perspectiva. Primero. Un Buen Gobierno requiere de un buen presidente municipal con visión y capacidad de negociación que conozca a fondo las leyes para saber cómo utilizarlas a favor de la población; segundo, realizar mediciones reales de percepción ciudadana respecto al desempeño, calidad de obras y servicios, así como de la imagen institucional como lo dispone el artículo 45 de la Ley de Desarrollo Constitucional en materia de Gobierno y Administración.
—Para que una medición si ya sabes que las encuestas mienten.
—Toda encuesta publicada es una mentira, una herramienta del marketing político; pero si aplica una con seriedad y rigor científico con muestras calculadas en cada Sección electoral, conocerá el sentir de la gente para orientar tus políticas y acciones con certeza. Con ello, ganas gobernabilidad, legitimidad y confianza.
—Esta bien, sigue, -me ordena Amanda.
Tercero, realizar una ingeniería financiera y fiscal considerando la evasión, omisión, fugas y desvíos de recursos; cuarto, elaborar un Plan de Desarrollo Municipal realista con planes estratégicos cuyos eje de gobierno apunten a la ciudad, el campo y la administración pública con todos sus temas transversales de infraestructura, equipamiento urbana, servicios y ecología donde existan planteamientos para cada región del municipio; quinto, construir liderazgos comunitarios con gente comprometida combatiendo la simulación y la corrupción;.
—Pero las comunidades ya tienen sus propios líderes y algunos se rige por usos y costumbres, -apunta Amanda.
—Ese es el tema, no se trata de descalificarlos; se trata de crear la estructura institucional representativa y participativa en las comunidades a partir de su propios interese. Después te lo explicaré a detalle.
—Esta bien, ahora pediré un croissant de jamón serrano doble con mucho queso manchego y lo comeré con mermelada como haces tú, pero continúa, yo sigo tomando nota para cuando me decida a ser Alcaldesa de mi aldea.
Bien, sexto, fortaleciendo la base tributaria del propio municipio actualizando su Bando y Reglamentos Municipales que le permitan mayores participaciones y cambios favorables en la Ley de Ingresos; séptimo, impulsar las empresas paramunicipales que generen empleos, mejoren los servicios públicos y doten de mejor equipamiento urbano al municipio. Octavo. Abrir los portales de transparencia sin mentiras, para que los ciudadanos conozcan en que se gasta el erario público; cómo se gastó, en dónde y para qué. La transparencia y confianza son fundamentales. Noveno. Desarrollar un gobierno electrónico eficaz donde el ciudadanos pueda acceder a todo tipo de información, capacitaciones, pagos inmediatos de impuestos, derechos y multas; y realizar trámites y gestiones donde el sistema le pondrá candados a la corrupción y extorsión. Décimo. Fortalecer la comunicación y participación ciudadana sin patiños, ni simuladores. Una comunicación respetuosa, crítica, y amplia que llegue a toda la gente a través de todo los medios posibles y al alcance de ellos.
—Pues eso que dices me parece muy bien; sin embargo, también me parece un viaje a la Isla de la Fantasía. Para todo eso, es necesario profesionalizar l administración pública con sus respectivos manuales de organización y procedimientos; elegir severamente a cada funcionario y establecer mediciones periódicas de competencia, desempeño y calidad de servicio. Todo eso cuesta mucho…, – interrumpo a Amanda.
—Todo eso es un inversión no un gasto ociosos como los que suelen realizarse con un gran dispendio de recursos. Se trata de inversiones sociales de entre beneficio. Aquí lo importante no es solamente saber qué hacer, sino cómo hacerlo.
—Pues dime, -me demanda Amanda.
—Pues no, eso ya es casuístico; demanda de un buen diagnóstico particular para cada municipio, es decir, confeccionar el traje a la medida porque no son recetas de cocina sino soluciones para un verdadero fortalecimiento municipal.
Amanda pidió otro croissant, un jugo verde más y un expreso doble sumado a la cantidad de platillos devorados en el desayuno con toda la intención de agotar mi erario privado.
—Amanda, el próximo desayuno te corresponde en los mismo términos de Justina, equidad e igualdad, no lo olvides porque uno de los obstáculos par el fortalecimiento municipal es prometer lo que no se piensa cumplir. Romper con ese inercia, sería el punto 12 de esta perorata. Y de verdad te lo digo, cuando quieras contender para Alcaldesa, hazlo con pasión, convicción, organización y pleno conocimiento de las leyes y de tu municipio en toda su geografía y sectores sociales. Hazlo como una cuestión de amor.
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