- Las autoridades capitalinas investigan responsabilidades y piden apoyo para identificar a dos personas aún no reconocidas tras el siniestro.
La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México confirmó que la pipa de gas que explotó en el Puente de la Concordia, en Iztapalapa, circulaba a exceso de velocidad antes del accidente. El siniestro, ocurrido el pasado 10 de septiembre, ha dejado hasta ahora 20 personas fallecidas, incluido el chofer, y 31 hospitalizadas.
La titular de la dependencia, Bertha Alcalde Luján, explicó que la investigación por homicidio culposo, lesiones y daños continúa pese a la muerte del conductor Fernando Soto Munguía, ocurrida el 16 de septiembre. Añadió que se busca establecer con precisión las responsabilidades de todos los actores involucrados.
La fiscal detalló que la pipa, propiedad de la empresa Silza, perdió el control en una curva de incorporación, lo que provocó fracturas en el tanque y la posterior fuga de gas. La expansión alcanzó un diámetro de 180 metros antes de detonar la explosión. La compañía ya compareció ante el Ministerio Público y ofreció recursos para la reparación del daño, mientras la Fiscalía documenta cada caso para fijar los montos correspondientes.
En paralelo, se mantiene la búsqueda de familiares de dos personas que permanecen sin identificar. Se trata de un hombre de entre 40 y 50 años, que perdió la vida, y una mujer de entre 15 y 25 años que se encuentra en estado crítico y hospitalizada en el Hospital General de Magdalena de las Salinas.
El Gobierno de la Ciudad de México informó que ya se han entregado apoyos económicos a familiares de las víctimas y lesionados, además de crear un Comité de Solidaridad con participación de organismos internacionales y académicos. La jefa de Gobierno, Clara Brugada, adelantó que la próxima semana se presentarán propuestas de regulación para el tránsito de pipas de gas en la capital.