1. Home
  2. Columnas
  3. Feliz navidad o felices fiestas / A Estribor

Feliz navidad o felices fiestas / A Estribor

Feliz navidad o felices fiestas / A Estribor
0

Juan Carlos Cal y Mayor

No es un desliz lingüístico ni una cortesía neutra. Decir “Felices fiestas” en lugar de “Feliz Navidad” es una toma de postura. Suena amable, pero esconde una operación cultural muy concreta: diluir el sentido cultural cristiano de la Navidad hasta volverlo irreconocible. Como si todo se tratara de una temporada de luces, compras y convivios, desprovista de origen, de relato y de significado.

NO ES UNA FIESTA CUALQUIERA

La Navidad no es “una fiesta más” del calendario. Para la cultura mexicana es la conmemoración del nacimiento de Cristo, el acontecimiento que dio forma a la civilización occidental: su calendario, su arte, su música, su ética y hasta su idea de dignidad humana. Quitarle el nombre es arrancar la raíz y luego fingir sorpresa cuando el árbol se seca.

LA NEUTRALIDAD QUE NO ES NEUTRA

Quienes empujan el reemplazo semántico suelen presentarse como “inclusivos”, “modernos” o “respetuosos”. Pero la supuesta neutralidad no existe : borrar una tradición mayoritaria no incluye; desplaza. No reconoce la pluralidad; la vacía. No amplía libertades; reeduca el lenguaje para que el pasado resulte incómodo y prescindible.

CONVERSOS DE NUESTRA CULTURA

Lo paradójico es que muchos de los más fervientes promotores del borrado viven, trabajan y piensan dentro de una cultura formada por el cristianismo. Son conversos del olvido: usufructúan los frutos y reniegan del árbol.

Celebran el descanso, el aguinaldo, la reunión familiar, la música y los símbolos… pero piden que no se nombre aquello que lo originó.

LA BATALLA CULTURAL DEL LENGUAJE

Las guerras culturales no empiezan con prohibiciones explícitas; empiezan con palabras sustituidas. Hoy es “Felices fiestas”; mañana será el belén retirado, el villancico censurado, la cruz desplazada. El método es simple: desnombrar para deslegitimar, relativizar para disolver.

LLAMAR LAS COSAS POR SU NOMBRE

Defender el saludo “Feliz Navidad” no es imponer una fe, es reconocer un hecho cultural e histórico. Quien no comparte la creencia puede —y debe— ser respetado; pero no tiene derecho a exigir la amnesia colectiva. La convivencia se construye sumando identidades, no licuándolas.

PONER LAS COSAS EN SU LUGAR

Así que no, no es una “fiesta genérica”. Es Navidad. Y nombrarla como tal es un acto de memoria, de coherencia y de libertad cultural. Lo demás es corrección política con pretensión de dogma.

Les deseo una Feliz Navidad! Sin eufemismos. Sin complejos. Sin pedir perdón por lo que somos.

LEAVE YOUR COMMENT

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *