* Fiscalía de Chiapas y autoridades municipales fueron omisas en la búsqueda del joven desaparecido en 2023, señalan familiares.
Daniela Alfaro
Luego de casi dos años de búsqueda, la familia de Jonathan Estrada Vázquez, joven desaparecido en julio de 2023 en el municipio de Berriozábal, aceptó la entrega de restos óseos identificados como suyos, aunque señalaron, persisten las dudas sobre su identidad. Su hermana Magdalena reconoció que no hay certeza total, pero respaldó la decisión de su madre de aceptar los resultados y despedirse de él.
Jonathan desapareció en el llamado “crucero de la muerte”, sin que hasta ahora se sepa con claridad en qué circunstancias. “No sabíamos si iba a trabajar o iba de salida. Sólo sabemos que la última persona lo vio ahí. Y aun dando el dato a la Fiscalía… nunca investigaron, me mandaron a mí a que fuera a preguntar. Cuando ese trabajo no me compete a mí, les compete a ellos”, dijo Magdalena.
Aunque los restos fueron localizados meses después, la confirmación genética tardó más de un año. El segundo dictamen de ADN fue solicitado por el Centro Nacional de Identificación Humana y notificado a la familia por la Guardia Nacional. Sin embargo, el proceso estuvo marcado por irregularidades. “La Fiscalía no nos advirtió que la osamenta iba incompleta. Queríamos acomodarla en el ataúd y nos dimos cuenta que había piezas que faltaban”, denunció su hermana.
El colectivo Madres en Resistencia acompañó a la familia en una manifestación frente al Palacio de Gobierno, donde señalaron la falta de sensibilidad de las autoridades. “Yo me pongo a pensar… no hubo ni tantita empatía, ni sensibilidad, por menos humanismo. Sinceramente ellos no son humanos ante esta situación”, declaró Magdalena durante la conferencia de prensa.
A pesar del dolor y la falta de respuestas, la familia decidió dar sepultura a los restos en Berriozábal. El féretro fue velado cerrado y cubierto con plástico, pues las dudas persisten: la ropa hallada no coincide con las características de Jonathan. “Él era de complexión delgada. La ropa que se encontró fue talla 40 y sport, sabiendo que a él no le gustaba usar ese tipo de ropa”, explicó su hermana.
Desde el inicio, la familia enfrentó trabas para acceder a las cámaras de seguridad. “Nunca me dieron la oportunidad. Primero dijeron que las cámaras no servían, después que ya había pasado mucho tiempo y se borraron. Se contradecían ellos mismos”, afirmó Magdalena. En su momento, la Fiscalía les pidió buscarlo por su cuenta: “Que fuéramos a los Semefos, a los hospitales, a los terrenos baldíos. Que si no lo encontrábamos, que regresáramos”.
Jonathan trabajaba como ayudante de albañil. Su desaparición fue denunciada el 6 de julio de 2023. “Nosotros como familia fuimos a pedir ayuda. Y la primera respuesta fue que lo buscáramos nosotros. Al final, el dolor sigue y las dudas también”.
