* A pesar de las reformas prometidas, los zapatistas consideran que la situación sigue siendo la misma.
Daniela Alfaro
Las comunidades indígenas y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) han expresado críticas al gobierno de Claudia Sheinbaum. Líderes del EZLN, como las mujeres zapatistas, señalaron que la Cuarta Transformación no ha resuelto los problemas estructurales que enfrentan los pueblos originarios, como la militarización, los feminicidios y el despojo de tierras en Chiapas. A pesar de las reformas prometidas, los zapatistas consideran que la situación sigue siendo la misma en la práctica.
En respuesta, la presidenta Sheinbaum expresó su respeto por el EZLN y reiteró que su gobierno está comprometido con la mejora de las condiciones de vida en Chiapas y en todo el país. Durante su conferencia matutina, destacó que la defensa de los principios de bienestar, paz y justicia seguirá siendo la base de su administración. Sin embargo, las críticas de los zapatistas se centran en la falta de avances concretos, especialmente en las comunidades más afectadas por la violencia y la militarización en el sureste del país.
El gobierno de Sheinbaum ha enfrentado acusaciones de complicidad con el despojo de tierras, especialmente a través de programas como “Sembrando Vida”, que según los zapatistas, han favorecido a grupos criminales y facilitado la expropiación de terrenos indígenas. Las comunidades afectadas denuncian que, lejos de mejorar la situación, estos programas han incrementado la violencia y la presencia militar en la región.
Bajo la presidencia de Andrés Manuel López Obrador, el EZLN también denunció el incumplimiento de los Acuerdos de San Andrés y la falta de atención a las demandas de los pueblos originarios. A pesar de la retórica de la Cuarta Transformación hacia las comunidades indígenas, los pobladores sienten que sus necesidades siguen siendo ignoradas.
El subcomandante Marcos, figura emblemática del EZLN, comparó a Sheinbaum con los presidentes anteriores, acusándola de seguir políticas autoritarias y de no cumplir con las expectativas de cambio prometidas. A su juicio, la Cuarta Transformación ha resultado ser una continuación de los mismos problemas que los pueblos indígenas enfrentaron con gobiernos pasados, sin lograr avances significativos en términos de autonomía y justicia.
En el marco de estas críticas, Sheinbaum reafirmó que su gobierno continuará con las políticas de seguridad y programas sociales, aunque dejó claro que su administración no se meterá en un debate directo con el EZLN. La presidenta aseguró que la defensa de la paz, la justicia y el bienestar de todos los mexicanos seguirá siendo su prioridad, mientras las comunidades indígenas continúan luchando por el cumplimiento de sus derechos y el respeto a su autonomía.