* Fuentes señalan que pudo tratarse de un coche bomba o un ataque con dron. Aunque no hubo heridos, el incidente ocurre en un contexto de creciente violencia.
Una fuerte explosión despertó a los habitantes de Culiacán, Sinaloa, en la madrugada de este martes, generando preocupación y especulaciones sobre su origen. El estruendo, registrado cerca de las 3:30 horas en la zona rural de La Limita de Itaje, causó vibraciones en el suelo y dejó columnas de humo visibles desde varios puntos de la ciudad. Afortunadamente, no se reportaron personas heridas tras el incidente.
Inicialmente, algunas versiones informaron que la explosión fue provocada por un coche bomba. La versión circuló rápidamente en redes sociales y en medios locales, lo que aumentó el temor entre los ciudadanos. A raíz de estos informes, la situación fue abordada en la conferencia de prensa matutina de la presidenta Claudia Sheinbaum, donde se aclaró que no se trataba de un coche bomba.
El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, desmintió esta versión y explicó que la explosión fue provocada por un artefacto tipo dron cargado con explosivos. Harfuch detalló que el incidente ocurrió en una zona rural fuera de la ciudad, en el municipio de Culiacán. Además, destacó que el vehículo involucrado había sido incendiado, pero no contenía una bomba, como se había especulado.
Las autoridades locales ofrecieron su propia versión, descartando la hipótesis del coche bomba. El secretario de Seguridad Pública de Sinaloa, Gerardo Mérida, explicó que el estallido fue consecuencia de la explosión del tanque de gasolina del vehículo incendiado. Además, informó que, en el lugar, se encontró un dron con cámara, lo que refuerza la hipótesis de un ataque con este artefacto. No obstante, no se ha precisado el motivo detrás del ataque ni los responsables.
Este incidente se suma a una creciente ola de violencia en Sinaloa, que comenzó tras la captura de Ismael “El Mayo” Zambada. La disputa interna entre las facciones del cártel ha desatado enfrentamientos armados, balaceras y hallazgos de restos humanos. La violencia en la región ha dejado al menos 482 muertos en los últimos tres meses, con un impacto significativo en la seguridad y la economía local.
Las autoridades federales y estatales continúan con las investigaciones del incidente. Mientras tanto, el despliegue de fuerzas de seguridad en la región se intensifica, con el objetivo de capturar a los responsables y contener la violencia generada por la guerra interna del cártel. El gobierno local y federal han insistido en que la situación se resolverá, aunque reconocen que se trata de un proceso largo y complejo.
