* Critican la falta de una estrategia clara y la minimización del problema por parte del gobierno federal.
Daniela Alfaro
La violencia desatada en Chiapas ha llevado a cientos de familias a buscar refugio en Guatemala, poniendo en evidencia la ineficacia de los gobiernos federal y estatal para enfrentar la inseguridad en la región, según diversos especialistas. La situación crítica ha resaltado la falta de una estrategia efectiva y coordinada para controlar el avance de la delincuencia organizada en el estado.
Francisco Rivas, presidente del Observatorio Nacional Ciudadano de Seguridad, criticó la falta de una estrategia clara que ha permitido a la delincuencia tomar control territorial. “Es preocupante que Guatemala sea ahora un refugio para las comunidades chiapanecas, lo que refleja un deterioro significativo en la seguridad del estado”, declaró Rivas. Destacó que Chiapas, anteriormente una de las entidades más seguras del país, ha sido transformada en una zona extremadamente insegura debido a la expansión de los grupos criminales.
Elena Azaola, profesora e investigadora del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), lamentó la actitud de las autoridades, que han minimizado la gravedad de la situación en lugar de implementar medidas adecuadas. “La violencia ha escalado principalmente por la falta de atención del Gobierno federal, que no ha reconocido la magnitud del problema ni ha tomado las acciones necesarias para enfrentarlo”, comentó Azaola.
Según un reporte de Reforma, al menos 600 personas de 235 familias han sido desplazadas de sus hogares en Chiapas hacia Guatemala debido a la violencia provocada por el conflicto entre los cárteles Jalisco Nueva Generación y de Sinaloa. Estas familias han dejado atrás sus casas, tierras y medios de subsistencia, enfrentando una situación desesperada en su nuevo destino.
Carlos Mendoza, profesor investigador del Instituto Ortega y Gasset, criticó las medidas gubernamentales como inadecuadas para enfrentar a los cárteles. Mendoza indicó que las acciones tomadas hasta ahora, como el aumento de la presencia de fuerzas federales y los patrullajes aleatorios, no han sido efectivas. “Se necesita una estrategia basada en inteligencia policial y la captura de objetivos clave para controlar la situación”, afirmó Mendoza.
Finalmente, Mendoza advirtió que la ausencia de un plan integral de atención está agravando la crisis, dejando a la región vulnerable ante la violencia y el desplazamiento interno. “Las autoridades deben reconocer el problema y actuar con rapidez para evitar un deterioro mayor en la seguridad y el bienestar de las comunidades afectadas”, concluyó.
