* Los manifestantes denunciaron el control absoluto de los grupos criminales en varios municipios sin mejoras significativas.
Redacción / Alfaro Noticias
Miles de feligreses y organizaciones sociales participaron en una marcha en Chenalhó, para exigir justicia por el asesinato del padre Marcelo Pérez y poner fin a la creciente violencia en las comunidades de los Altos. Los manifestantes denunciaron el desbordamiento de la criminalidad en la región, donde, según afirman, los grupos del crimen organizado tienen un control absoluto sobre varios municipios, lo que ha generado desplazamientos forzados, asesinatos y una sensación de inseguridad generalizada.
La protesta, que comenzó en la parroquia de San Pedro Apóstol, recorrió las calles del municipio con pancartas que pedían un alto a la violencia y justicia para las víctimas. Los participantes señalaron que la violencia ha escalado en comunidades como Pantelhó y Chenalhó, donde la venta de alcohol, drogas, prostitución y otros delitos se han vuelto moneda corriente, a pesar de la cercanía con las autoridades locales. Además, la falta de acción de las autoridades ha permitido que estos grupos criminales sigan operando sin consecuencias.
La comunidad de Chenalhó señaló que no ha visto mejoras significativas por parte de las autoridades, a pesar de los anuncios de seguridad. Los manifestantes destacaron que, aunque se han realizado operativos y cateos, las promesas de seguridad continúan siendo ineficaces. Según los organizadores, la complicidad entre funcionarios públicos y grupos criminales sigue alimentando la impunidad, lo que perpetúa la violencia en la región.
El asesinato del padre Marcelo Pérez el 20 de octubre de 2024, líder religioso reconocido por su defensa de los derechos humanos y su lucha contra las injusticias que afectaban a los pueblos indígenas, ocurrió después de que denunciara públicamente la corrupción y los abusos en la región. Su muerte fue uno de los principales motivos de la marcha realizada en su memoria, en la que la comunidad solicitó justicia.
Los manifestantes señalaron que el padre Marcelo, antes de su muerte, había sido acusado injustamente de ser responsable de la desaparición de 18 personas, un cargo que él y otros miembros de su comunidad desmintieron con pruebas y denuncias. En 2021, junto con Pedro Cortés y Diego Mendoza, denunció la desaparición forzada de estas personas, lo que provocó su encarcelamiento. A pesar de las acusaciones, el sacerdote continuó su labor de denuncia.
La marcha concluyó con la exigencia a los tres niveles de gobierno de la liberación de Pedro Cortés y Diego Mendoza, garantizar seguridad a las familias desplazadas, desarmar a los grupos criminales que controlan las comunidades y asegurar el retorno seguro de los desplazados. Los manifestantes afirmaron que continuarán luchando por la paz y la justicia en la región.