* Denunciaron que el cierre del recinto afecta la memoria histórica y a la participación comunitaria.
Redacción / Alfaro Noticias
Ciudadanas y ciudadanos, colectivos culturales y organizaciones civiles realizaron este sábado una protesta frente al Museo de la Ciudad de Tuxtla Gutiérrez para exigir su reapertura. Señalaron que el espacio, cerrado desde hace varios meses, ha sido durante más de tres décadas un centro para la preservación de la memoria histórica, la cultura zoque y la participación ciudadana.
Durante el acto, se leyó un pronunciamiento público dirigido al gobernador Eduardo Ramírez Aguilar, en el que los manifestantes expresaron su disposición a colaborar con las autoridades para reactivar el museo bajo un modelo de gobernanza ciudadana. “No venimos a confrontar, sino a tender la mano”, indicaron. La propuesta incluye retomar una programación cultural que dialogue con las tradiciones locales y contemple la participación activa de la comunidad.
Como parte de la protesta, este fin de semana se llevó a cabo un festival cultural bajo el lema “¡La cultura no se calla!”, con la participación de bandas locales como Los No Muertos, Chiflido, Torii, El Cancino y Búfalo Sánchez. También se realizó un taller de fanzine en vivo dirigido por la artista Karla Kapibara, quien convocó a los asistentes a llevar recortes, fotografías e historias para crear una pieza colectiva. Las actividades se desarrollaron de 11:00 a 16:00 horas frente al recinto, ubicado en la avenida Central Poniente.
Los convocantes recordaron que el museo alberga exposiciones permanentes como “Antier cuando éramos menos”, “Raíces Tuxtlecas” y “Tuxtla 1892”, así como tradiciones como la Ensarta de Flor de Mayo, la Siembra de la Milpita y el Belén Zoque. También ha sido sede de proyectos ciudadanos como Vía Tuxtla Recreativa, el Festival Provincia y 100 en 1 Día.
De acuerdo con los organizadores, el cierre del museo afecta no solo la conservación del patrimonio cultural, sino también los espacios de encuentro comunitario, formación artística y memoria histórica. Advirtieron que su clausura representa una pérdida simbólica para la ciudad, al debilitar los vínculos entre ciudadanía e instituciones.
