* Pilotos y especialistas advierten que las medidas del Departamento de Transporte podrían afectar la conectividad y el empleo en la aviación mexicana
El Departamento de Transporte de Estados Unidos (DOT) emitió dos órdenes ejecutivas que restringen las nuevas rutas y el aumento de frecuencias desde el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) y el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), lo que ha generado preocupación en el sector aeronáutico nacional por su posible impacto económico y laboral.
De acuerdo con la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), la primera orden impide temporalmente que aerolíneas mexicanas soliciten nuevos permisos de vuelo o incrementos de operaciones hacia territorio estadounidense. La segunda podría prohibir el transporte de carga combinada en vuelos de pasajeros, para lo cual el DOT abrió un periodo de comentarios hasta el 11 de noviembre, y de réplicas hasta el 18 del mismo mes. Si la medida se confirma, entrará en vigor 108 días hábiles después de la fecha final de resolución.
La dependencia mexicana informó que mantiene mesas de trabajo con actores del sector para buscar soluciones conjuntas y subrayó que el Gobierno de México “reafirma su compromiso con una aviación segura, eficiente y competitiva, en apego al acuerdo bilateral y con respeto a la soberanía nacional”.
Sin embargo, tanto el Colegio de Pilotos Aviadores de México (CPAM) como la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA) expresaron su preocupación por las consecuencias inmediatas de las disposiciones estadounidenses. El CPAM advirtió que las medidas del DOT ya provocaron la revocación de varias rutas entre México y Estados Unidos, incluidas operaciones desde el AIFA hacia San Juan, Puerto Rico, y desde el AICM hacia Newark, Nueva Jersey.
Ambas organizaciones señalaron que estas decisiones afectan directamente a las principales aerolíneas mexicanas, y que podrían derivar en “daños irreversibles” si no se adoptan medidas de mitigación. Los gremios insistieron en que el Estado mexicano debe replantear la política de carga aérea y establecer una mesa técnica nacional con participación de pilotos, empresas y autoridades para restaurar la confianza de los socios comerciales y preservar el equilibrio en el convenio bilateral de transporte aéreo.
La ASPA sostuvo que la crisis actual responde a decisiones unilaterales del gobierno mexicano, entre ellas la reconfiguración del espacio aéreo en favor del AIFA y la cancelación del aeropuerto de Texcoco, medidas que afirmó, “se tomaron sin una perspectiva técnica ni de largo plazo”. El gremio llamó al gobierno federal a restablecer las condiciones de equidad previstas en el acuerdo bilateral de 2015, que ha sido clave para el desarrollo de la aviación entre ambos países.
Expertos consultados explicaron que, desde la óptica de Washington, el AIFA se percibe como una barrera no arancelaria que altera la competencia en el marco del T-MEC, particularmente en los capítulos relacionados con transporte y comercio.
En este contexto, los sectores aeronáuticos advirtieron que las restricciones del DOT podrían afectar la conectividad aérea, la competitividad y miles de empleos directos e indirectos, por lo que urgieron a las autoridades mexicanas a actuar con rapidez y coordinación para evitar una crisis mayor en la industria.