Sr. López
El primo Danielito… sí, ese, el de cociente de inteligencia de ostión en su concha, hizo la Primaria en nueve años, la Secundaria en cinco y la Preparatoria (que era entonces de dos años), en cuatro. En su colegio, de paga, cada año le daban la medalla por buena conducta y al terminar la Prepa (a los 24 cumplidos), le otorgaron su primer diploma, uno especial por Perseverancia. Lo recibió muy contento. Otro se hubiera ofendido.
Sépase que México, ¡por fin!, tiene el primerísimo lugar mundial en algo y por mérito del gobierno transformador de la patria.
No se refiere este junta palabras a nuestro indiscutible primer lugar en el mundo, en exportación de aguacate, jitomate y chile verde (la cerveza no cuenta porque la producen la Heineken holandesa -neerlandesa-, y la Anheuser-Busch InBev, de Bélgica). No. Hay otra cosa en la que somos campeonísimos.
Y eso en lo que somos el indiscutible primerísimo lugar mundial tiene el mérito adicional de establecer un récord en la historia, no hay antecedente que siquiera se acerque a esto. Se refiere este menda a la corrupción de la 4T.
Lo del huachicol fiscal, ese contrabando de petróleo y combustibles, en el sexenio del Señor de los Abrazos, el del pañuelito blanco, suma en daños al erario la impensable cantidad de 809,324 millones de pesos, según la muy seriecita Global Energy, equivalentes a 45,000 millones de dólares (md). PETROIntelligence, estima que fueron entre 66,000 md y 59,000 md. Aceptemos la media de Global Energy, 45,000 md.
No hay igual en la historia del mundo, en toda la historia. En serio. México carga la vergüenza de haber batido el récord universal en corrupción.
Hay registro en la antigüedad de un funcionario corrupto en Egipto, por ahí del 1100 a.C., que robaba tumbas (un nene); se dice que en Grecia, Pericles hizo travesuras en la construcción del Partenón (ternurita); y que en la Roma Clásica, la corrupción era tremenda y sí, pero los funcionarios entregaban fianza al asumir el cargo y al terminar, los auditaban y si habían robado, se los cobraban y si se habían pasado de la raya, los desterraban o les pedían que si no era mucha la molestia, se suicidaran… y lo hacían (¡bellos tiempos!).
Hay otros famosos tachados de corruptos. En Roma, Craso (año 60 a.C.), se forró de dinero especulando con tierras, del erario ni un quinto agarró (lo del suicidio ayudaba). El cardenal Mazarino en Francia se hizo riquísimo pero cobrando carísimos sus servicios, del tesoro francés, no tomó un quinto. Del importantísimo político y diplomático francés, Charles Talleyrand (1754-1838), del que Fouché dijo que era el hombre que más había robado en el mundo, haciendo equivalencias del franco de la época a la libra tornesa (acuñada en Tours), de ahí al euro actual y al dólar de hoy, resulta el señorcito tenía por ahí de 175 millones de dólares… un pobretón junto a algunos que nosotros sabemos.
De tanto oír y leer las cantidades siderales de dinero que se derrochó o se robaron en el gobierno del primer piso de la transformación patria, acaba uno cauterizado, ya no nos espanta nada, pero importa calibrar la impensable, escandalosa, increíble cantidad de dinero que se robó a México, al erario, con lo del huachicol fiscal. Tenga presente que el estimado de organizaciones especializadas del extranjero que no tienen el menor interés en desacreditar a los cuatroteros, ronda los 45 mil millones de dólares (md):
Otto Pérez Molina, expresidente de Guatemala, condenado en 2023 a ocho años de prisión por 38 millones de dólares (md), de sobornos.
Rafael Correa, expresidente del Ecuador, en 2020 lo condenaron a ocho años de cárcel por 143 md de sobornos para financiar su movimiento político (huyó a Bélgica).
Gonzalo Sánchez de Lozada expresidente de Bolivia, condenado a seis años y tres meses de prisión por 22 md que se robó del erario y por otorgar contratos petroleros ilegales; se fugó a los EUA.
Pedro Pablo Kuczynski, expresidente del Perú, renunció en 2018 y está en arresto domiciliario, la Fiscalía pide 35 años de cárcel… recibió 4.8 md de sobornos.
Alberto Fujimori, expresidente del Perú, en 2009 lo condenaron a siete y medio años de cárcel por andar de tentón (15 md del erario). Por otros delitos recibió otras condenas. Estuvo preso casi 15 años. Lo mandaron a su casa en 2023 por ancianito y enfermo, murió en 2024.
Ricardo Martinelli, expresidente de Panamá, en 2023 fue sentenciado a 10 años y 6 meses de prisión, por sobornos de 43.9 md. Huyó a Nicaragua y ahora reside en Colombia.
Hay casos de otros continentes. Falta espacio. Lo que interesa es que recapacitemos en los escandalazos que en otros países se arman por cantidades que en México, dan risa.
Corrupción de esta escala no tiene comparación con nada en nuestra historia (ni la del mundo), lo de Segalmex, de la misma 4T, fueron unos 750 md; lo de la estafa Maestra, cuando Peña Nieto, 450 md… pero este huachicol fiscal que es imposible que haya sucedido sin complicidades de los más altos niveles del gobierno, son 45,000 millones de dólares en el sexenio… a ver, para que calibremos todos: en los seis años, los 365 días de cada año, son 20 millones 548 mil dólares cada día.
Y sigue sucediendo. Apenas la semana pasada, Rafael Marín Mollinedo, director de la Agencia Nacional de Aduanas de México, confirmó que en lo que va de este año primero de doña Sheinbaum, se han decomisado 61 millones de litros de combustible y advirtió: “es apenas la “punta del iceberg”. Los especialistas estiman que el 30% de los combustibles que venden las gasolineras del país, proviene del contrabando, del huachicol fiscal.
La estrategia de la Presidenta es acotar el asunto a unos cuantos malos elementos de la Marina y refrendar el diploma del mejor presidente de nuestra historia… señora, ya ofende. Entienda, esto no lo tapa nadie. Por cierto, el escándalo que demolió el prestigio de Quique Peña, fue esa casa blanca de su esposa que le regaló un contratista, de 7 millones de dólares… un santo frente a estos demonios.