* El cierre desde mayo, provocó la suspensión de exportaciones de aproximadamente 650 mil cabezas de ganado, con pérdidas estimadas en 700 mdd, según el Consejo Mexicano de la Carne.
Tras casi dos meses de cierre comercial, el gobierno de Estados Unidos anunció la reapertura gradual de su frontera al ganado mexicano, luego de que se implementaran medidas coordinadas para contener la propagación del gusano barrenador, una plaga que afectó severamente al sector ganadero nacional.
El cierre, vigente desde el 11 de mayo, provocó la suspensión de exportaciones de aproximadamente 650 mil cabezas de ganado, con pérdidas estimadas en 700 millones de dólares, según el Consejo Mexicano de la Carne (Comecarne). Esta medida impactó de manera directa en el comercio binacional, ya que Estados Unidos representa el principal destino para la carne bovina mexicana.
El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) señaló que en las últimas ocho semanas no se ha registrado un aumento significativo de casos de gusano barrenador ni indicios de propagación hacia el norte. Este panorama favorable permitió al gobierno estadounidense establecer un calendario para reabrir cinco cruces fronterizos de manera escalonada a partir del 7 de julio, comenzando en Douglas, Arizona, y concluyendo en Laredo, Texas, el 15 de septiembre.
Las autoridades de ambos países han colaborado en una estrategia conjunta que incluye la liberación semanal de más de 100 millones de moscas estériles desde bases operativas, así como el fortalecimiento de los protocolos de inspección, detección y tratamiento sanitario. Estos esfuerzos han sido clave para limitar el avance del parásito y restablecer condiciones de bioseguridad adecuadas.
Además de las implicaciones económicas, la crisis sanitaria también ha tenido repercusiones en salud pública. De acuerdo con cifras del gobierno estadounidense, en México se han reportado 26 casos de miasis humana causados por el gusano barrenador, con la mayoría de los pacientes hospitalizados y una concentración significativa en el estado de Chiapas.
El USDA advirtió que la reapertura total de la frontera dependerá del cumplimiento continuo de medidas sanitarias y del reforzamiento del control en la frontera sur de México, especialmente ante el ingreso ilegal de animales. Mientras tanto, se mantendrán los operativos conjuntos para garantizar que la plaga no represente un riesgo para los productores ganaderos de ambos países.