Uvel Vázquez
La creatividad es un rasgo psicológico que cada persona posee por naturaleza. Al ser humano le gusta ser investigador, descubridor del ambiente que lo rodea. Gramsci, Antonio sostiene que: “Cada hombre, considerado fuera de su profesión, despliega una cierta actividad intelectual, sea como un filósofo, un artista, un hombre de buen gusto, participa en una concepción del mundo, tiene una línea de conducta moral y por eso contribuye a sostener o modificar una concepción del mundo y suscitar nuevos modos de pensar”. El escritor recrea un mundo imaginario, atado, o desatado de las palabras. La inspiración es clara del encanto de la prosa y la poesía.
Secundino Gregorio quedó impresionado con la conversación de Laco Zepeda. Siguió caminando desmemoriado, sintiendo una alegría en el corazón. Secretamente una emoción lo movía. Tenía enunciados en la cabeza para estructurar una intriga, y formar una historia. Enclaustrado en sus pensamientos, no se dio cuenta que era perseguido por un animal.
El perro blanco que lo seguía desde hacía horas, estaba cerca del poeta, quien descansaba sentado en una piedra, jugando con una barita seca la tierra. El animal movía la cola contenta.
El poeta estaba triste, una profunda melancolía hacía que se acodara sobre sus rodillas, pensando que la vida de poeta no valía la pena.
Ese día se durmió con profundo sueño.
El perro seguía ahí, como cuidándolo.
El poeta viajó montado en el perro blanco, cruzando un río convulso, librándose de toda clase de peligros.
Al despertar el poeta tenía los ojos en la mano.
