Juan Carlos Cal y Mayor
Escuche con atención el discurso de arranque de campaña de Eduardo Ramírez en La Trinitaria. Más allá de las arengas políticas propias de estos mítines políticos hay que saber leer entrelíneas sus mensajes para poder prefigurar el estilo personal con que habrá de gobernar. Es ahí que las palabras -nos dice la semiótica- adquieren su dimensión histórica dependiendo del contexto, del objeto y los sujetos a los va dirigido. Colosio acuñó la frase del México -que él veía- “con hambre y sed de justicia”, que bien pudo ser su propio epitafio.
En Eduardo hay un reiterado propósito más allá de su gestión que es el de “perpetuarse en el corazón de los chiapanecos y hacer historia”, tarea difícil que pocos gobernantes han logrado. Ya nos tocó sobrevivir a algunos que han transitado con más pena que gloria. No solo se trata de ser popular, querido y recordado, sino que en efecto su legado deje huella y haga historia. Insisto en que no es tarea fácil por la complejidad política y social que representa. Por el clima de violencia por el cual atraviesa nuestra entidad.
GOBERNAR PARA TODOS
Con la certeza de que habrá de gobernar, Eduardo ha convocado a la unidad, no solo a los partidos políticos que lo acompañan, sino a todos aquellos “incluso las minorías”. Gobernar sin sectarismos, sin etiquetar a los que piensan diferente ni tenerlos de adversarios. “Les voy a dar un consejo, solo un consejo porque veo aquí a varios candidatos… sean sensibles, hay que saber escuchar” y luego afirmó: “hay que tener los oídos muy atentos… para escuchar lo que otros no quieren a escuchar… no vine a esta aspiración, por tener una carrera política… Voy a trabajar todos los días porque no me quiero perder este encuentro con mi destino.”
MADUREZ
Eduardo no miente cuando afirma que ha madurado. Yo pienso que su propia trayectoria lo fue acicalando. Jugar en las grandes ligas de la política desde el senado es algo que supo aprovechar a diferencia de muchos otros, le fueron forjando oficio político y temple. El parlamento es una arena donde las discusiones suben de tono porque ahí se defienden posturas políticas. Se aprende también a dialogar, comprender y respetar al adversario, así logró presidir el senado. No bastó con la mayoría morenista sino con el consenso de los demás grupos parlamentarios. Por eso lo despidieron entre aplausos. Llegar a su postulación como candidato a gobernador fue un camino tortuoso para Eduardo y son esas adversidades las que forman el temple y el carácter. “He tenido aciertos y también he tenido fracasos… quizás lo que me hacía falta hace algunos años y me hacía con el paso del tiempo es la madurez para tomar mejores decisiones… tener los ojos abiertos.”
PRIMERAS PROPUESTAS
De entre los anuncios importantes planteó la creación de zonas metropolitanas comenzando por Tuxtla que incluiría a Chiapa de Corzo, Berriozábal, San Fernando, así como la integración entre La Trinitaria, Las Margaritas y Comitán y otros municipios vecinos lo cual significa un nuevo enfoque en materia políticas públicas, infraestructura y desarrollo.
INCENTIVOS
Otro anuncio relevante fue la creación de incentivos fiscales para promover la inversión nacional e incluso extranjera en nuestro estado. Propuso la tasa cero en el Impuesto sobre la renta e IVA. Es, a mi parecer, una iniciativa de lo más importante que puede transformar a Chiapas. Cierto es que falta infraestructura, logística, capital humano y sobre todo seguridad, pero todo eso se podrá implementar con la visión política necesaria donde la voluntad es más allá de todo un factor determinante. Ya iremos viendo el desarrollo de la campaña donde seguramente Eduardo irá esbozando sus principales propuestas. De pronto sus primeros anuncios renuevan la esperanza de que a Chiapas le vaya mejor.
TRAGEDIA
Expreso mi pesar por la tragedia sucedida hace unos días. Muy recientemente me tocó compartir mesa y charlar con Juan Pablo Montes de Oca durante el cumpleaños del gran amigo y periodista Beto Ramos. Me recordó que yo lo había postulado -cuando fui dirigente partidista- en su primera incursión para ser alcalde en su natal Venustiano Carranza. Juan Pablo era un tipo afable, discreto, de buenos modales y muy apreciado por Eduardo Ramírez. Su futuro inmediato era muy prometedor. Tenía edad suficiente para aspirar a mucho más en la política. Un fatal accidente aéreo acabó no solo con su vida sino la de su esposa e hijos, además de su cuñada y también sus hijos. Es algo difícil de digerir para toda la sociedad, imposible de aceptar para su madre que perdió no solo a su hijo sino también a sus nietos. Vaya nuestra solidaridad y sentido pésame a sus seres queridos y amigos.