Sr. López
Tía Maruca decía que no sabía a qué se dedicaba su esposo, tío Néstor, pero no le interesaba porque igual vivía como reina en las Lomas de Chapultepec, en una casona con un jardín que se necesita guía para no perderse. Y sí, cuando le preguntaban al tío qué hacía, respondía muy tranquilo: -Nada -punto. No tuvieron hijos y este menda les caía en gracia y por eso, era visita frecuente, que fue por lo que un día vio en su despacho al tío Néstor, leyendo el periódico con santa calma y luego hablar por teléfono: especulaba en Bolsa pero con tanta pericia que ganaba hasta cuando perdía. No hacía nada, era casi cierto.
A ver, un examen rapidito. Le digo el nombre de alguien y usted dice qué hacía o por qué es famoso. Leonardo da Vinci: pintor; Napoleón: militar; Churchill: político; Cristóbal Colón: descubridor de América (aunque no se enteró); Julio César: emperador romano; Einstein: científico; Mozart: músico; Shakespeare: escritor; Isabel la Católica: reina; Pasteur: vacunas; Alejandro Magno: turista.
Claro que se pueden escribir libros con la vida de cada uno de los mencionados, pero el punto es que han pasado a la historia por algo concreto a lo que se dedicaron o que hicieron requetebien, aunque hay otros que están en la historia por malos, Hitler, Stalin, Mao, Castro… y más.
Ahora piense que alguien se presenta a usted y le diceque es político, ingeniero petrolero, ingeniero electricista, ingeniero ferroviario, ingeniero en aeronáutica, ingeniero forestal e ingeniero civil;licenciado en administración, sociólogo, epidemiólogo,experto en migración, experto en seguridad, farmacobiólogo y experto en almacenamiento y distribución; historiador, escritor, abogado, ministerio público, legislador y juez; licenciado en relaciones internacionales, filósofo, economista, ecologista,agrónomo y diplomático; nutriólogo, fiscalista, pedagogo, humanista, conferencista y predicador. ¿Usted le creería?… este menda, tampoco.
Si relee usted con calma el párrafo anterior pensando en el presidente López Obrador, verá que de todas esas disciplinas se considera experto y opina, pontifica, dispone, ordena, decide y cuando le apetece, decreta. Y si no se considera experto, da lo mismo porque actúa como si lo fuera y una vez que determina algo, su inmensa porfía, su inagotable terquedad, lo lleva a la pertinacia, esa perseverancia en el error propia de los que no cambian de parecer por más argumentos que se les den, ni cuando la realidad se los grita:
El aeropuerto AIFA es un éxito, aunque sigue vacío; Mexicana de Aviación es un triunfo, aunque vuele con aviones medio vacíos, prestados por la Fuerza Aérea; atiende el 0.26% del mercado doméstico (Volaris el 38%, VivaAerobus el 35%, y Aeromexico el 27%).
Otro caso de éxito es la refinería de Dos Bocas que ya está a punto de surtirnos combustibles, aunque ni pruebas ha iniciado, mientras los que dicen que saben de esto, informan que puede tardar al menos otro año el asuntito… o más.
El trenecito Maya sacará de la pobreza al sureste mexicano, ya se inauguró, luego lo terminarán y es una maravilla que se construyó sin tirar un árbol, aunque han talado millones… ¡ah!, y no se ha afectado la ecología, aunque han piloteado cuevas, dañando irremediablemente la única reserva de agua de la región, partiendo por la mitad esa selva que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), considera Patrimonio de la Humanidad.
El Tren Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, se inauguró en diciembre pasado, entre protestas de los lugareños que denuncian “corrupción, nepotismo, crimen organizado, militarización, despojo, saqueo, conflictos sociales, violaciones a derechos humanos y destrucción”. Claro que en apego a la tradición cuatrotera, se inauguró sin terminar y con una sola vía de las dos que necesita; no hay información de cuántos contenedores o pasajeros mueve y los dos puertos, Coatzacoalcos y Salina Cruz, necesitan ser dragados para recibir los barcos de carga; quieren que le compita al Canal de Panamá. Suerte.
Otro gran logro conseguido casi en cuestión de días es la Mega Farmacia del Bienestar, ubicada en Huehuetoca, Estado de México, centro nacional de almacenamiento y distribución de todos los medicamentos que necesita el sistema de salud del país, desde donde se surtirán en un solo día a cualquier punto del territorio, terminando de tajo con el desbasto. Brincando de gusto, la inauguró el Presidente de la república, el 29 de diciembre pasado y hasta el 29 de abril de este 2024, ha surtido 341 recetas, en total, casi tres diarias; y los periodistas malosos se las ingeniaron para saber que almacena el 0.9% de los medicamentos que se supone tiene y no los tiene. Para que le calcule al tamaño de este inmenso fiasco, el IMSS con todo y sus problemas de abasto, en el año 2022, según su Director General, surtió a sus derechohabientes 613 mil recetas… diario.
Y no ha mencionado este tecladista nada sobre el despilfarro en que ha incurrido este gobierno que se refugia en el cuento de la seguridad nacional para no informarnos; pero sea cual sea el monto de lo desperdiciado, lo más grave es que se trata de obras y proyectos que no benefician al país. Y esto porque las decisiones las toma un solo hombre, por encima de todo y todos. Las decisiones sobre infraestructura y servicios no se toman por ideología ni voluntarismo.
Todo lo dicho para que nos quede claro por qué los presidentes de México (y de todo el mundo), tienen gabinete, legal y ampliado, con expertos en cada una de las carteras, porque el titular del Poder Ejecutivo no sabe ni tiene por qué saber de todo y sujeta sus decisiones a los informes, opiniones y dictámenes de los especialistas que tiene a sus órdenes para darlas sin necear y metiendo la pata lo menos posible.
Así las cosas, la candidata del Presidente a la presidencia, ofrece llena de entusiasmo (es un decir), que seguirá con lo mismo, en el segundo piso. Vote bien, sobre advertencia no hay engaño.