* Los gobiernos encabezados por Rubén Rocha en Sinaloa y Javier May en Tabasco, han reiterado el reforzamiento de la seguridad para hacer frente a la creciente violencia.
Durante el fin de semana del 24 de noviembre, se registraron varios incidentes violentos en Sinaloa y Tabasco. En Culiacán, Sinaloa, la madrugada del 25 de noviembre, 65 cámaras de videovigilancia fueron destruidas por impactos de bala. El Secretario de Seguridad Pública del estado, Gerardo Mérida Sánchez, informó que el ataque afectó varias zonas de la capital, incluido el Desarrollo Urbano de Tres Ríos. A pesar de este incidente, las autoridades están trabajando para reponer los equipos dañados, un proceso que se estima tomará entre un mes y un mes y medio.
Además de la destrucción de cámaras, se reportaron balaceras en distintas colonias de Culiacán, lo que causó pánico entre los ciudadanos. Las autoridades recibieron 31 reportes de disparos, y también se registraron daños en vehículos debido a ponchallantas. Tres hombres fueron encontrados muertos en una camioneta tras una fuerte explosión cerca de la colonia Amistad. Ante esta ola de violencia, la Universidad Autónoma de Sinaloa suspendió las clases presenciales en Culiacán y Navolato, trasladándolas a modalidad virtual.
En Tabasco, la violencia también cobró vidas en un ataque armado en el bar ‘Dbar’, ubicado en Villahermosa. El fiscal de Tabasco, José Barajas Mejía, confirmó que el ataque fue perpetrado por una disputa entre dos grupos del crimen organizado: el Cártel Jalisco Nuevo Generación (CJNG) y La Barredora. En un primer momento, las autoridades habían informado que se trataba de un ataque dirigido a una persona en particular, sin vincularlo con el crimen organizado. Sin embargo, tras revisar grabaciones de cámaras de seguridad y tras las indagatorias, la Fiscalía modificó su versión y vinculó el incidente con la guerra entre las organizaciones criminales.
El ataque dejó seis muertos y diez heridos, entre ellos varios jóvenes, como Juan Manuel de la Cruz Ramírez, un cantante de música regional mexicana. Las otras víctimas identificadas son Carlos Antonio Falconi, estudiante de Ingeniería Mecatrónica, Jesús Manuel Ramón Colorado, egresado en la misma carrera, y Erick Urbina, un abogado. El gobernador de Tabasco, Javier May, comentó que los heridos están fuera de peligro y pidió implementar regulaciones en los horarios de los centros nocturnos para aumentar la seguridad en dichos establecimientos.
En cuanto a la investigación, las autoridades identificaron al menos a siete personas que estuvieron involucradas en el ataque armado. Barajas Mejía señaló que dos de estas personas ingresaron al antro por la parte posterior del establecimiento minutos antes de la agresión. Con esta información, la Fiscalía atribuyó el crimen a un conflicto entre grupos armados del crimen organizado. Sin embargo, se confirmó que personas ajenas a los grupos del crimen también perdieron la vida en el ataque.
Mientras tanto, en Sinaloa, el gobernador Rubén Rocha Moya reconoció que ha habido “encuentros” entre las autoridades y grupos criminales, aunque aseguró que estos incidentes han disminuido. Ante los continuos actos de violencia, las autoridades siguen tomando medidas preventivas, como el refuerzo de la seguridad pública y la reparación de las cámaras de videovigilancia. Además, en Culiacán, la Unión de Comerciantes hizo un llamado a cerrar los negocios nocturnos a partir de las 21:00 horas para garantizar la seguridad de la población.
A pesar de la creciente violencia en ambos estados, las autoridades locales han señalado que seguirán con las investigaciones y mantendrán medidas de seguridad adicionales. Las autoridades en Sinaloa también han confirmado que el 89 por ciento de las escuelas en el estado siguen operando, mientras que en Tabasco se buscan regular los horarios de los bares para reducir la violencia.