Héctor Estrada
La última mala pasada para las aspiraciones de Eduardo Ramírez en la candidatura común podría venir nada más y nada menos que desde las dirigencias nacionales del Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD) que, al final de cuentas, se han reusado a aceptar condiciones de las fuerzas políticas locales para determinar al candidato de esa alianza partidista nacida de manera exprés el pasado 19 de febrero.
Las nuevas complicaciones para el movimiento político que encabeza Ramírez Aguilar comenzaron a encrudecerse este mismo fin de semana cuando la resistencia de la cúpula nacional se hizo oficial. El grupo opositor a las aspiraciones del autodenominado “Jaguar Negro” terminó por imponerse ante la dirigencia perredista para frenar una candidatura de facto en favor de Ramírez y promover desde el centro del país la imposición de José Antonio Aguilar Bodegas.
A lo anterior súmele usted la oposición de un nutrido grupo de liderazgos panistas, influyentes en la cúpula nacional, que están moviendo seriamente la percepción de Ricardo Anaya para impedir la candidatura del aún dirigente del PVEM como abanderado de la candidatura común en Chiapas. La disputa interna se ha movido ahora hacia otra de las esquinas del cuadrilátero electoral en la entidad.
El escenario no se ve nada sencillo como se esperaba de inicio. La conferencia ofrecida este lunes por Enoc Hernández Cruz confirmó lo que hasta este domingo eran sólo intensos rumores: las dirigencias nacionales se están resistiendo de último momento a reconocer los acuerdos que dieron paso a la candidatura común. No hay mesa de negociación y los nuevos tiempos fatales para que los cinco partidos ratifiquen el acuerdo se vencen esta misma semana.
Ante la nueva complicación la salida final se ha activado. Eduardo Ramírez va a aparecer a como de lugar en la boleta electoral del 1 de julio y la puerta final emergente está justamente en cualquiera de los otros tres partidos (Mover a Chiapas, Mover a Chiapas y, en una de esas, hasta Movimiento Ciudadano) para quienes los votos arrastrados por Ramírez Aguilar no vendrían nada mal.
Fuego amigo
A razón de la falta de experiencia o de manera intencional, los “errores” al interior del Sistema Chiapaneco de Radio, Televisión y Cinematografía han comenzado a hacerse evidentes. Para bien de la audiencia y mala suerte del gobernador, lo cierto es que muchos reclamos sociales han salido de la misma institución que dirige Dulce Consuelo Gallegos Mijangos.
Ahora, hasta el mismo Sistema se ha dedicado a fortalecer la demanda social en contra del propio Manuel Velasco. Y los ejemplos sobran. Basta mencionar que en la barra programática de radio se abordó el tema del feminicidio de Gloria Castellanos Balcázar, aludiendo que toda la responsabilidad recaía en la parte institucional para cuestionar fuertemente a la Fiscalía General del Estado y mismísimo al Gobierno de Chiapas.
Otro caso es sucedió el 24 de enero en Diez Noticias matutino, cuando en entrevista pactada por Dirección General, Francisco Javier Velázquez Sotelo, coordinador del INEGI en Chiapas, comenzó a mencionar datos de la “Encuesta Nacional de Seguridad Urbana 2017” sobre la percepción de inseguridad que señalan un incremento de 74 por ciento en 2016 a 77 por ciento en 2017 en ese rubro, comparándolo además con los estados más seguros del país.
A la anterior se suma el creciente malestar entre los empleados del Sistema, debido a la contratación de conductores de radio y televisión (Billy Moreno, La Chica Grupera y el Jaguarcillo), cuando –aseguran- existen otras verdaderas necesidades urgentes como la contratación de productores, editores, camarógrafos y reporteros, entre otros. Del contenido cultural y educativo ya ni hablamos. Lo que si se agradece mucho es la reducción del tiempo para la información del gobernador que fue limitada a sólo 10 minutos del noticiero y dar paso a más noticias nacionales e internacionales… así las cosas.
