Manuel Ruiseñor Liévano
Si atendemos lo consignado en el Boletín de Observatorio Ciudadano correspondiente a julio de este 2024, dado a conocer recientemente por Fomento Económico de Chiapas, A.C. (FEC) y referido a EMPLEO Y SEGURIDAD SOCIAL, los retos que tiene por delante el gobierno de la nueva ERA son mayúsculos y en esa medida preocupantes y urgentes de atender en lo que será la gestión que encabezará el gobernador virtual, Eduardo Ramírez Aguilar, a partir del 8 de diciembre.
Un tema capital, el de Empleo y su vinculación con la Seguridad Social, hay que decirlo, en razón de que es un componente esencial del bienestar. Rubro, hay que señalar, que no ha pasado desapercibido tanto en el diagnóstico como en el modelo de gestión que será el Plan Estatal de Desarrollo 2024-2030, que ya se afina en el equipo de planeación que asiste al próximo mandatario constitucional de Chiapas.
Basta con recordar la propuesta del virtual gobernador en cuanto a la inversión para detonar el desarrollo regional de la entidad y, de manera muy especial, el de la Frontera Sur como eje clave para la transformación de Chiapas.
Ahora bien en relación con lo publicado en el boletín de referencia y con el propósito de dimensionar al organismo que lo avala, debe decirse que FEC fue creado en 1998 como una asociación civil, cuyo objetivo es “coadyuvar al desarrollo económico del estado de Chiapas, a través del fomento de la participación ciudadana a través de grupos consultivos organizados, quienes participan con propuestas de proyectos o iniciativas que puedan impulsar las principales actividades económicas y de aquellos factores que generan un clima propicio para su desarrollo”.
Es una expresión de la sociedad organizada que tiene como antecedente haber coordinado con el gobierno del estado, el proyecto “Chiapas Visión 2032”, en el cual a su decir “se plasma una visión compartida de su futuro de los sectores público, privado y social.
Aquí vale la pena recordar, nuevamente, el valor de las propuestas recogidas en los “Diálogos por la Transformación de Chiapas”, por igual una instancia de la sociedad civil, la cual caminó al lado del entonces candidato Eduardo Ramírez, tal y como a nivel nacional se hizo con la ahora presidenta virtual de México, Claudia Sheinbaum.
Volviendo a los registros dados a conocer sobre el tema EMPLEO y SEGURIDAD SOCIAL, que es el motivo de fondo del presente artículo, vamos con los principales indicadores que ubican a Chiapas en los últimos lugares nacionales, sin dejar de reconocer que si bien es cierto se mejoraron algunos apartados, este avance resulta precario. Veamos porqué.
PRIMERO: En la clasificación nacional de asegurados al IMSS, Chiapas ocupa el lugar número 22, muy por debajo de CDMX, Jalisco y Nuevo León; por otra parte, en el porcentaje de la población económicamente activa afiliada al Seguro Social, somos el lugar número 31 con 11.64 por ciento.
SEGUNDO: En lo que se refiere al crecimiento de asegurados al IMSS durante el periodo 2023-2024, nuestro estado está muy por debajo de la media nacional, al haber avanzado en sólo 2.22 por ciento a diferencia del promedio nacional que creció 5.82 por ciento.
TERCERO: En relación con el crecimiento de empleados afiliados al Seguro Social en el comparativo de la administración anterior con la que aún encabeza Rutilio Escandón, de los 221 mil 608 trabajadores que había antes, se pasó a 258 mil 123 en este 2024, una diferencia de apenas 16.5 por ciento.
Sin duda un dato de capital importancia en los avances, es la tasa de desempleo en el estado, donde Chiapas logró reducirla de 2.5 a 1.7 por ciento, del año 2023 hasta lo que va de este 2024.
CUARTO. En sentido contrario al indicador anterior, en el ranking de informalidad laboral Chiapas es el tercer lugar más alto, después de Oaxaca y Guerrero, con 70.9 por ciento, 15.8 puntos porcentuales por encima de la media nacional.
Y QUINTO: Un dato en verdad alarmante en relación con la población económicamente activa ocupada sin acceso a la salud, Chiapas registra 83 por ciento 23 puntos por arriba de la media nacional.
Sin duda, hace falta mucho por hacer y cumplir en relación con la generación de empleo y la seguridad social de la clase trabajadora chiapaneca. Como ya hemos visto en los indicadores expuestos, especialmente en temas claves de justicia social, como son acceso a la salud, seguridad y formalidad laboral.
También ha quedado evidenciado que, bajo ninguna circunstancia, ha sido el Instituto Mexicano del Seguro Social responsable de esta realidad. El Seguro Social está cumpliendo con su parte desde la creación del INSABI hasta el surgimiento del IMSS Bienestar. La cuestión está en los compromisos que debió haber asumido cada entidad federativa suscriptora de los convenios respectivos, donde se trazaron objetivos y metas claras a cumplir. La voluntad del gobierno de la república por dar acceso a la seguridad social de los trabajadores, es incuestionable.
Además de los gobiernos locales, la otra parte está en la responsabilidad de los patrones, empresarios y agentes económicos y comerciales, en el sentido de abonar, cada cual, a la inversión de capitales para generar empleo en el espacio de la formalidad.
La atención y la solución a esta realidad es, debe reiterarse, responsabilidad de todos: órdenes de gobierno, sector privado y social. Pero, también, de las instituciones públicas y privadas de la educación, en el objetivo de formar capital humano competitivo y pertinente en los ámbitos del desarrollo de un estado como Chiapas. Hablamos de Ciencia y Tecnología aplicadas al desarrollo agropecuario, la salud, el aprovechamiento de energías limpias y recursos naturales, gestión e innovación, sólo por referir algunos aspectos.
Con la nueva ERA y su convocatoria expresa a trabajar en unidad y reconciliación entre todos los chiapanecos, en este caso los relacionados con el factor capital-trabajo-seguridad social-educación, puede avanzarse de modo significativo en el corto y mediano plazos, camino a la transformación profunda de Chiapas: crecimiento económico con bienestar.