RODULFO REYES
A estas alturas no queda duda que el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, es el colaborador más cercano a Andrés Manuel López Obrador, aun por encima de quienes le asisten desde que dejó al PRI para consolidar el movimiento que tres décadas después lo ha llevado a Palacio Nacional.
En círculos gubernamentales se cuenta que algunos actores tabasqueños, también allegados al de Tepetitán, le preguntaron alguna vez al presidente por qué ‘apapachaba’ mucho al entonces gobernador de Tabasco. –Es que a Adán no necesita uno decirle que haga bien las cosas –dicen que les respondió.
Desde un principio, la gestión de López Hernández se pareció mucho a la de López Obrador. Solo por citar un par de temas: impulsó la reducción del número de diputados plurinominales y de regidurías para estar a tono con la austeridad republicana.
Y a diferencia de mandatarios morenistas como los de Veracruz y Chiapas, se radicalizó al cancelar los contratos de publicidad con los medios de comunicación tradicionales, si bien experimentó vías alternas.
Asimismo, mantuvo un constante hostigamiento con la oposición, aunque no desprotegió a la corriente priísta en la que se inició.
Analistas que han seguido su trayectoria desde el PRI se han dado cuenta que, para parecerse al Ejecutivo federal, López Hernández buscó proyectar la actitud endurecida de AMLO con sus adversarios.
Ya como titular de la Secretaría de Gobernación, López Hernández parece volver a su faceta original de político bonachón al que le gusta hacer bromas y que no se toma muy a pecho las diferencias con sus opuestos.
Desde el 26 de agosto pasado que fue nombrado encargado de la política interna del país, Adán Augusto se ha construido “una buena fama entre sus interlocutores”, según pontificó antier el columnista Carlos Loret de Mola.
La aseveración no tendría nada de extraño si no la hiciera el mayor crítico del presidente López Obrador y que se encuentra convertido en “el enemigo público número uno de la 4T”, quien aseguró que gobernadores, legisladores y dirigentes partidistas de la oposición “hablan bien” del segundo tabasqueño en importancia del gabinete.
“Se reúne con todos, incluso con los más enfrentados con su jefe, y lo hace con las mejores formas, un trato dramáticamente opuesto al del presidente”, expone.
Más aún: “Distintas figuras políticas que han interactuado con él valoran cosas como que contesta rápido los chats, responde rápido las peticiones y trata de desatorar los problemas tanto administrativos como políticos”, señaló Loret.
“Relatan también que en corto se suelta con su humor negro, es dicharachero y buen anfitrión. Es decir, facilita el diálogo”, sentenció.
El López Hernández que describe el más influyente periodista de México es el que todos conocen en Tabasco, salvo en los casi tres años de su gestión como gobernador.
Esto es, la configuración del “Adán Augusto presidenciable” es presentarlo como un político dialoguista y conciliador, el perfil de jefe de Estado que le urge a México para reducir el esguince social que sufre desde inicios de la 4T.
PARA SU INFORMACIÓN…
HAY MALESTAR EN entre abogados: despachos relacionados con ex presidentes del Tribunal Superior de Justicia de Tabasco (TSJT) están recibiendo revese injustificados. Hay documentados por lo menos un par de casos que sugieren una suerte de revanchismo por parte del titular de la institución, Enrique Priego Oropeza.