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El testamento

El testamento
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François Villon. Dibujo a lápiz del poeta por Federico Cantú.

Roberto Chanona

Es un poema de François Villon escrito en 1461 en la cárcel de Meung-sur-Loire, Orleans, siendo condenado a la horca. En un cuartucho, “solito, más flaco que quimera” y con la certeza de estar mañana muerto, redactó con un estilo irónico y por momentos tierno lascuarenta estrofas en octavas que perdurarían siglos.

Federico Gorbea dice que el poeta pudo haberse llamado François de Loges o de Montcorbier, porque el apellido era el de su protector el canónigo Guillaume de Villon, y en gratitud firmó así. También sabemos que gracias al deán se graduó en la Facultad de Artes, pero se alejó de su título universitario por gusto.

Nacido en París en 1431, conocemos parte de su vida por sus legados y los archivos judiciales de la época. La violencia callejera de la baja Edad Media exigía manos rápidas, cuchillos filosos y pocos escrúpulos. Se mataba y violaba fácilmente y a la vez se oraba mucho. Lo cierto es que Villon, con 24 años, asesinó al clérigo Philippe Sermoise, quien lo había herido. Curado por un barbero, luego quizá huyó a Anjou y doce años más tarde,condenado a muerte, en El testamento expresaría su legado al peluquero que sanó sus heridas y lo alimentó.

El lector debe saber que existen teorías como la de Anatole France: “…que los ladrones que van a ser ejecutados no cantan tan bien el pillaje, la prisión, la horca. Se trata de la obra de un hombre de ingenio, divirtiéndose junto a una estufa, como un magistrado, por ejemplo.”

Sea como fuera, François Villon es considerado el padre de la poesía francesa. Rimbaud, el niño genio, cuando habla de él en la Carta de Charles de Orleans a Luis XI lo refiere como a “La Madre Nutricia”: La cuerda es muy triste en mayo cuando todo canta y todo ríe; cuando los rayos iluminan los muros más fúnebres, colgado será por unpequeña falta. Villon está en las manos de la Corte del Parlamento: ¡el cuervo no escuchará al gorrión! Señor, sería nefasto colgar a estos amables clérigos: los poetas, mire usted, ellos no son de este mundo: déjelos vivir su extraña vida, déjelos que tengan frío y hambre, déjelos correr, amar y cantar; ellos son igual de ricos que Jacques Coeur, niños locos que nos hacen reír o llorar, déjelos vivir: Dios bendice a todos los misericordiosos y el mundo bendice a los poetas.

John Keats, uno de los mejores poetas románticos ingleses, en homenaje escribió La belle dame sin merci (La bella dama sin piedad), en el cual deja el título en francés en homenaje a estos versos de Villon: 

¡Adiós! Me voy a Angers

porque ella no quiere compartir

su gracia, ni darme una pequeña parte;

muero por ella, con los miembros sanos;

a fuerzas soy un amante mártir

entre los santos enamorados.

Escribió estos versos quizá después de una decepción amorosa en su exilio de 1456. No se sabe con certitud dónde se hospedó, ¿en la corte de los duques de Borbón?, pero hay evidencia en los archivos judiciales de esa época de que fue requerido por el Tribunal porun robo al Colegio de Navarra. En 1461 ya se encontraba en la cárcel de Orleans.

Para entonces Luis XI subió al trono y en un viaje después de su consagración pasó por Orleans y firmó una amnistía. El poeta quedó libre con una sola condición: el destierro de Francia. Villon al parecer decidió irse a Italia, donde desapareció definitivamente en 1463. Posteriormente sólo se sabrá de su persona por las reediciones de su obra.

La obra de François Villon consta de dos poemas largos en octavas llamados Legados, en baladas circunstanciales o de corte religioso y otras a las mujeres de la vida alegre: Chicas, no se peleen con su maestro: pronto se volverán viejas y flácidas y no servirán más que a un viejo cura, serán como una moneda caduca. Su obra cumbre fue El testamento, en la cual pasó a vara a quienes lo habían perjudicado y a las personas que lo habían protegido y amado. Fue un recuento irónico de daños y por momentos tierno. Han pasado siglos y el poema está vigente.

No me quiero ir sin citar estos versos que me han acompañado por años: La necesidad hace que los hombres se inclinen al mal y el hambre haga salir el lobo del bosque… 

Yo soy François, aunque me pese,

nacido en París, cerca de Pontoise,

y de una soga de dos metros 

sabrá mi cuello lo que mi culo pesa.

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