Millones de gracias por regalarme otro viernes más la atención de su tiempo. Cuándo tenía aproximadamente cinco o seis años, a inicios de la década de los ochentas, creé mi primer personaje, surgido de manera parcial de mi imaginación, aquella creación fue el simio Kinkonato, y digo que fue una relativa creación, porque tal como su nombre les deja ver, se trataba de un gorila basado en King Kong, mi “invención” era también un primate de proporciones gigantescas pero no había llegado a la edad adulta, Kinkonato, el gigantesco gorila bebé, interpretado por mí, luchaba contra mis figuras de acción de la época, Kid acero, los Madelmans, Exin boys y vaqueros y vikingos de la marca Plastimarx, mientras en mi imaginación vivíamos aventuras en islas lejanas en las que el magma de los volcanes estaba a punto de alcanzarnos.
Con el pasar de los años, Kinkontato quedó en el olvido, pero en la convalecencia de una enfermedad, mi padre me regaló un buen número de cómics y aquello me cambió por siempre la vida, al acercarme a un medio de expresión del arte del cual quede perdidamente enamorado, desde ese día comencé a dibujar mis propias historietas, las que tenían como único público a mi hermano mayor, seguí haciéndolas, dedicando todas mis tardes a dibujar y crear mis propios universos, hasta que entré a la universidad y aquellas narraciones tuvieron que ser olvidadas por un tiempo.
Aquella necesidad de crear mundos se vio aparcada por un buen tiempo, hasta que mis sobrinos Montserrat y Luis Javier hicieron el enorme favor de confiarme sus sentimientos respecto a la perdida de sus mascotas; aquel dolor infantil aunado al desconocimiento respecto al significado de la muerte, fue lo que hizo girar de nueva cuenta los engranes de la imaginación en mi interior y lo que comenzó siendo un pequeño cuento de una niña y un ángel buscando el paradero final de su pececito muerto terminó siendo el origen de todo un mundo llamado el Reino Etéreo, que espero abarque al menos ocho libros.
Ese fue el origen de Para decir adiós: Las dos Princesas, mi primer libro, que narra la travesía de Montserrat para encontrar a Colorcito, su amado pez japones que acaba de fallecer; en su inocencia, la pequeña niña decide seguir el mismo camino que Dante y llegar al infierno, purgatorio y cielo, a efectos de rencontrarse con su buen amigo, sin embargo su anhelo colisiona con los deseos de Löria, un hada del Reino Etéreo, decidida a enfrentar a sus propios demonios internos para hallar la paz que lleva una eternidad buscando. El hada y la niña, unen sus destinos a fin de lograr su objetivo, pero para ello, primero, tienen que enfrentar a una de las almas más oscuras que ha habitado este mundo.
Para decir adiós: Las dos Princesas, fue originalmente publicada en 2017, por Endira editorial, presentada en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara de ese mismo año y me permitió compartir una de mis narraciones con muchos niños, jóvenes y adultos que me hicieron el enorme favor de leerla y soñar con mis personajes.
Tenía previsto que La canción del Fénix, segunda parte de la historia, estuviera viendo la luz entre 2019 o 2020, pero una serie de situaciones personales y un bicho llamado SARS-CoV-2, fueron dejando esos planes en una gaveta.
Sin embargo, el futuro me tenía reservada una magnifica sorpresa, hace un tiempo, tuve contacto y comencé a colaborar estrechamente con Fundación Redsalud Internacional y sobre todo con una de sus divisiones, Autismo en positivo, la cual auxilia a personas neurodivergentes para que puedan acceder a un diagnóstico, a sus medicamentos y tratamientos a bajo costo o en muchos casos de manera gratuita.
Con los años he aprendido a dejar el beneficio personal a un lado, al reconocer que no hay mayor satisfacción que colaborar, de tal manera que Red Salud Internacional, me ha brindado la oportunidad de auxiliar a muchos niños, jóvenes y adultos para que a través de mis dos princesas puedan acceder a sus medicamentos, es por ello, que me complace sobremanera anunciarles, que en unos días estará disponible la edición infinito de Para decir adiós: Las dos princesas, de la mano de mi propio sello editorial, Caballo de batalla y de la citada fundación.
El símbolo que caracteriza a las personas neurodivergentes es el del infinito multicolor, esto es así porque ejemplifica la inagotable diversidad, no solo de nuestras mentes, sino la del resto de personas, esperando que al identificar sus propias diferencias puedan ver también todo lo que les une con nosotros.
Asimismo esperamos que al reflejarse ustedes por dicho prisma podamos alcanzar también la incalculable generosidad que hay en muchos de ustedes, es por ello que el CIEN POR CIENTO de las ganancias obtenidas con ésta edición de mil ejemplares, será donada a Autismo en Positivo, a través de Redsalud Internacional y con todo lo recaudado podremos llevar diagnósticos, terapias y medicamentos a muchas familias que de otra forma no pueden aspirar a ellas o que tienen que decidir entre medicarse o comer.
Estoy seguro que contaremos con cada uno de ustedes para salir airosos en ésta cruzada y que no solo acompañaran a Montserrat y a Löria a través de su viaje sino que permitirán que muchos niños neurodivergentes tengan más posibilidades de hacer de su propia vida una aventura.
Los interesados a unirse a ésta lucha pueden ayudarnos comprando el libro, el cual tendrá un costo de ciento veinte pesos o podrán ayudarnos a venderlo para que podamos llegar a más personas. Mayores informes al correo electrónico ysinembargosemuevecolumna@gmail.com o al 961 4 79 17 61.
