
Sr. López
Cuando aquello era un pecado con agravantes y ruina definitiva de la actora, tía Chabelita, azogada y bajo lamás rigurosa secrecía, llevó a la prima Chabelita Chica, su hija, con un ginecólogo que le recomendó una comadre, en un barrio alejado del suyo, por sospecha fundada de que su nena se encontraba en estado de buena esperanza, en el caso, nada buena, por su condición oficial de doncella. Escuchada la tía por el provecto y experto galeno, una enfermera llevó a Chabelita Chica al gabinete de auscultación y la tía pasó el rato más angustioso de su vida, esperando el diagnóstico. Regresó solo el médico y con voz pausada, dijo: -Señora, su hija no está esperando un bebé -casi brinca de gusto la tía, cuando escuchó -… son dos -¡y retiemble!
De la lectura de nuestra prensa y también de medios del extranjero, se concluye que el Copetón de la Casa Blanca, firmó la orden ejecutiva en que designó a los cárteles mexicanos del crimen organizado, como organizaciones terroristas.
¿Sí?… pues no. Firmó la orden de evaluar en dos semanas la posibilidad de designar a los cárteles como organizaciones terroristas. Es distinto.
¿Lo va a hacer?… es lo más probable. Ya declaró la emergencia nacional en la frontera con México, para la contención militar de los inmigrantes ilegales y aparte, ha dicho y repetido que el crimen organizado de nuestro país, es un peligro para la seguridad interior del suyo, no solo por traficar drogas, sino por su violencia extrema y por ser entidades cuasi gubernamentales en regiones de acá. Es un patán pero en estos espinosos asuntos, en no poco tiene razón, mucha razón, por más que solo vea la paja en el ojo ajeno.
La inseguridad y el poder del crimen organizado, es algo que hoy por hoy está fuera de control en casi todoMéxico. Los cárteles tienen presencia en toda la república, excepto Baja California Sur y Yucatán, según la muy prestigiada empresa británica Control Risks (que, con perdón, se equivoca, Baja y Yucatán pero-por-supuesto que tienen crimen organizado, discretito, pero tienen).
Más grave es que según la autoridad de los EEUU el crimen organizado gobierna o cogobierna en el 35% del territorio. Si el tenochca simplex no fuera dechado de indiferencia, solo eso bastaría para ver saliendomasas enfebrecidas a calles, avenidas y caminos, para exigir incansablemente resultados o hacer de carne humana la estatua de Robespierre (como delicadamente se sugiere en el tango de Wamba de ElBateo -de Chueca, Domínguez y Paso-, zarzuela estrenada el 7 de noviembre de 1901, un acto, cuatro cuadros… de nada).
Si el batracio Trump declara terroristas a nuestros malandrines organizados (hay desorganizados), podría aplicar leyes de los EEUU que permiten realizar incursiones armadas unilaterales en los países en que se encuentren los terroristas y congelar los activos financieros de las empresas, los bancos e instituciones financieras en que operen, y de las personas que estén enredadas. Por supuesto, también intervenir comunicaciones sin necesidad de autorización judicial (cosa que ya hacen, faltaba más).
¿Nos va a recetar un chubasco de misiles?… difícilmente, es capaz pero no es previsible. El alto mando militar de allá no es un hato de dementes. ¿Le va a romper el espinazo financiero a nuestro crimen organizado?… ojalá.
Y para vergüenza nuestra, se ha desatado en la prensa nacional y en declaraciones de nuestras más altas autoridades, un clamor en defensa de los ingenuos y buenecitos que “hasta sin saberlo”, lavan dinero de los criminales o se los administran. Con todo impudor.
La presidenta Sheinbaum hace bien en anticipar paradas, cuando dice que de ninguna manera se va a aceptar una intrusión armada en territorio nacional. Aplauso de foca (aunque si se atreviera el tío Sam, poco podríamos hacer, aparte de galanas declaraciones). Apenas el viernes pasado informó que cuenta con un equipo de abogados que hace elanálisis de las diversas implicaciones que tendría la potencial declaración de nuestros criminales como terroristas, lo que está bien, que se asesore; pero lamentablemente, agregó que eso “podría generar un problema económico”. Carambas, iba bien, para que dijo eso.
Uno no está para andar dando consejitos, pero sí sería de esperar que nuestro gobierno no parara en mientes (mientes), ni le preocuparan las consecuencias de detectar y bloquear los recursos ilegales del crimen organizado en la banca y empresas de México. Eso debiera ser motivo de júbilo, aunque lo dijeran de dientes para afuera.
Si no, parece que dicen que sería mejor evitar problemas económicos (¿a quién, a quiénes?), y dejar que siga el festín criminal. No en balde México, para la Iniciativa Global contra el Crimen Organizado Transnacional (IGCOT), es el país número uno del mundo en trata y tráfico de personas, venta de drogas, extorsión (cobro de piso), fraude financiero, contrabando, comercio de piratería y criminalización en industrias importantes y la agricultura. Según laIGCOT, “México es el paraíso mundial de los mercados criminales”.
Para esa organización, el crimen organizado ha penetrado la economía de México y nos coloca entre los cuatro países más vulnerables al crimen organizado en el mundo, por los “cárteles de la corrupción”, que son las “redes conformadas por actores estatales y no estatales que utilizan operaciones elaboradas para lavar activos y evadir impuestos”; redes de corrupción a gran escala, principalmente a través de servidores públicosinvolucrados en esquemas criminales (no es cita, pero eso dicen); y explican que esas redes utilizan empresas fachada para mover grandes sumas de dinero público y privado, que luego son desembolsadas para financiar actividades ilegales. Nada que no sepa cualquier tenochca debidamente destetado.
Así parece que el menú a escoger es si somos Estado fallido, Estado débil o un narco Estado. Encima, nuestras autoridades preocupadas por el problema económico si se combate el crimen organizado donde más le duele… enseñan el plumero.