* Harfuch confirmó que militares no están involucrados, pero sí policías locales y estatales
Ismael “El Mayo” Zambada, fundador del Cártel de Sinaloa, declaró culpable en Estados Unidos de asociación ilícita y operación de empresa criminal continua, y señaló que durante años pagó sobornos a policías locales y funcionarios estatales para garantizar el funcionamiento de su organización. Durante su declaración, mencionó que algunos pagos se realizaron a agentes vinculados con la Fiscalía de Sinaloa y a miembros de la seguridad de su entorno, sin precisar nombres de políticos o militares.
El Gobierno de México, a través del secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, confirmó que hasta ahora las investigaciones federales no han detectado participación de militares ni de políticos en estas actividades, pero sí involucramiento de policías municipales y estatales. “No hemos tenido al momento ni a ningún militar ni a ningún marino involucrado. Las detenciones y los involucramientos que hemos tenido han sido más en policías municipales y estatales”, declaró Harfuch.
Zambada también relató que fue engañado por sus propios socios para asistir a una supuesta reunión con el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha, en la que se resolvería un conflicto político. Rocha no asistió y uno de los convocados, Héctor Melesio Cuén, fue asesinado, lo que generó cuestionamientos sobre la relación entre crimen organizado y autoridades locales en el estado.
Expertos en seguridad destacan que la corrupción de autoridades locales ha sido un factor recurrente en el fortalecimiento de los cárteles en Sinaloa. Casos históricos muestran que jefes y agentes de la Policía Ministerial han mantenido vínculos con el crimen organizado, asegurando protección a líderes del narco y facilitando el tráfico de drogas, según académicos como Josué González.
El testimonio de Zambada se suma a una larga serie de denuncias sobre la relación entre autoridades estatales y municipales con grupos delictivos, mientras la Fiscalía General de la República intervino en ocasiones para desbaratar intentos de encubrimiento en investigaciones locales.