Héctor Estrada
En medio de complicaciones y controversias ineludibles para alcanzar acuerdos, finalmente se realizaron las reformas a la Ley del Instituto de Seguridad Social de los Trabajadores del Estado de Chiapas (Isstech) que, si bien terminaron generando resistencias entre los sindicatos magisteriales, representaban una medida inevitable para contrarrestar el colapso de dicha institución.
Lo que se había callado durante años al interior de dicho instituto de seguridad social era una severa crisis que amenazaba a las finanzas del el sistema de pensiones y jubilaciones. Poco se había dicho de la situación por el evidente costo político que significaría una posible reforma a la ley. Pese a la urgencia de la situación, “la bomba” fue postergada irresponsablemente de administración en administración a fin de evadir la inevitable controversia.
Estaba en peligro la solvencia de pago para más de 10 mil pensionados chiapanecos. No era un asunto menor y se había postergado más de lo necesario. Las principales modificaciones realizadas el pasado 1 de marzo se enfocaron a rescatar el sistema de pensiones a fin de cubrir un déficit de mil 614 millones de pesos que tenía ese instituto.
El aumento permanente en el número de jubilados o pensioqnados, los reajustes al salario mínimo y el incremento a la capacidad de atención habían colocado al Isstech en serios problemas para solventar todos sus egresos. El pago de pensiones, jubilaciones y salarios ha aplastado durante años al presupuesto destinado para adquisición de insumos médicos y desarrollo de infraestructura hospitalaria.
Apenas este año a la dependencia se le tuvo que hacer un fuerte incremento presupuestal, pasando de 312 millones de pesos en 2017 a mil 600 millones este 2018, para solventar la crisis generada por los pendientes financieros arrastrados durante varios años. Se convirtió así en la quinta dependencia estatal económicamente más beneficiada durante el reparto del presupuesto de egresos vigente.
Se trató, sin duda, de una medida para responder de manera inmediata a la situación actual, pero se requería urgentemente de un cambio profundo a los métodos de administración financiera del Isstech para replantear los modelos y evitar que la crisis continuara agudizándose con el paso de los años.
Se estableció un nuevo tope al monto máximo de las pensiones mensuales para 2 mil 891 jubilados que reciben entre 30 y 60 mil pesos al mes. El objetivo fue fijar un monto límite para quienes perciben las pensiones más elevadas emanadas de dicho instituto de seguridad social. La regulación comenzará a aplicarse a las jubilaciones o pensiones realizadas después de la reforma, por lo que no podrá afectar a quienes ya la reciben por encima del nuevo monto límite.
En honor a la honestidad, mantener la situación era no sólo insostenible, sino también irresponsable. Las reformas Ley del Instituto de Seguridad Social de los Trabajadores del Estado de Chiapas deberán garantizar estabilidad y saneamiento financiero para la institución durante los siguientes años. El tema de la salud requiere de decisiones valientes e inteligentes que finalmente hagan a un lado los miedos y complacencias de siempre… así las cosas.
