Noé Juan Farrera Garzón
El queso de bola, originario de Ocosingo, Chiapas, es un producto distintivo que ha ganado reconocimiento por su elaboración artesanal y su apreciado sabor, tanto a nivel nacional como internacional, pues ha deleitado a los paladares más exigentes y expertos en procesados lácteos.
Un dato histórico, es que desde 1927, en el rancho “Laltic” de Ocosingo, se ha producido este queso, utilizando técnicas tradicionales que realzan sus características únicas.
Este queso se elabora con cuajada de leche 100% de vaca, a la que se le añade cuajo y otros ingredientes que le confieren su sabor característico. Lo que lo distingue es su doble capa: una bola de queso doble crema, madurada durante 21 días, que luego se recubre con una capa de queso descremado duro.
A pesar de su costra gruesa, el interior del queso es suave, con un sabor ligeramente agrio y salado, acompañado de ciertas notas dulces.
El queso de bola de Ocosingo no solo es un deleite para el paladar, sino también, un ejemplo de cómo se puede agregar valor a la producción lechera local; las condiciones climáticas de la región influyeron en su proceso de maduración, otorgándole un sabor único que lo convierte en un emblema de la gastronomía chiapaneca.