Alvaro Robles
Recién me entero de un descendiente de españoles que cobra como diputado local que quieren reformar el escudo de Chiapas, para quitarle elementos beligerantes. Este hijo de la ñoñez, se siente en la capacidad de calificar un elemento histórico solo porque hoy tiene poder. Que bueno que no manda a quitar la cruz de los católicos, o la letra al himno nacional, porque seguro él, un oportunista que todo en la vida le ha sido fácil, siente el derecho de cambiar los símbolos, porque de noche le dan pesadillas.
No soy experto, pero amén de la Leyenda del Cañón del Sumidero que debe respetarse por todo lo que históricamente representa. El ensayo histórico del doctor Jan De Vos, de la década de los 90s del siglo pasado, sostiene que el escudo es el resultado del litigio que vivieron en la España del siglo XVI, Alonso de Estrada y Baltasar Guerra, quienes en los tiempos de Diego de Mazariegos pelearon para pacificar a la región que nos vio nacer.
Ambos debatieron en un tribunal para hacerse del honor en las batallas. El escudo de Chiapas deriva de la historia de la conquista y se otorga a fieros guerreros en un contexto de la pacificación y por la fundación de las primeras ciudades españolas, montadas sobre poblaciones importantes de chiapanecas, zotziles y zoques. El otorgamiento de ese blasón heráldico inmortaliza la resistencia indígena y se ha asumido como un símbolo identitario para los chiapanecos. Nos guste o no la historia, ese símbolo es hoy de los chiapanecos que nacimos en el siglo XX y el presente. No ha menester cambiarlo por veleidades de ignorantes con iniciativa.
Alonso de Estrada llegó a México en 1521 como tesorero real, cargo que le permitió influir en la administración de Hernán Cortés. Estrada ordenó la reconquista o pacificación de Chiapas. Personalmente lideró la expedición junto al capitán Diego de Mazariegos, combatiendo en batallas como la del Peñón de Tepetchía (Sumidero), y participó en la fundación de, Chiapa Real de los Españoles, hoy San Cristóbal de las Casas y Chiapa Real de los Indios hoy Chiapa de Corzo, para los indígenas reubicados tras su resistencia al vasallaje.
Volviendo al diputado ¿Y si mejor le cambian el nombre a sus hijos o aprenden chiapaneca? digo, para que esté ocupado, en lugar de estar proponiendo taragudas.
