Por Armando Rojas Arévalo
JORGE: Hiciste bien en leer entre líneas mi anterior columna. El peligro se hace latente, ante la desesperación de conservar el poder “a como dé lugar” o al precio que sea. La realidad es que la 4 T se desbarranca y el jerarca ya no confía ni en su propia sombra.
Con pruebas de la corrupción que se registra en todos los niveles, en especial el primero; la opacidad insultante en la inversión pública; el despilfarro del erario en obras suntuosas que resultan ya inútiles; la burla que se hace a los gobernados con nombramientos de servidores públicos que no llenan los menores requisitos de honestidad y conocimientos; los graves delitos electorales que hacen peligrar a la candidata y las luchas intestinas en la “familia” gobernante, más un sinnúmero de pifias, la 4 T se desmorona.
A estas alturas ya no se puede asegurar que la señora SHEINBAUM vaya a ganar a la buena, porque la sociedad ya duda de su autenticidad intelectual (repite y repite el discurso de LÓPEZ OBRADOR, como si el candidato fuera él y no ella), y el hartazgo por la violencia creciente e impune a que ha conducido la “estrategia” de abrazos, no balazos, son factores que provocarán el voto en contra y el de castigo contra todo lo que representa este régimen de gobierno.
Es claro que la señora SHEINBAUM está perdiendo la confianza de su mecenas. El hecho de haberle puesto hace unos años a MARTI BATRES como segundo de a bordo en el gobierno capitalino, fue señal de que había que seguirla de cerca. MARTI fue una especie de contrapeso de doña CLAUDIA. Para nadie es un secreto que MARTI operó a últimas fechas en contra de HARFUSH para que no fuera candidato de MORENA a la jefatura del gobierno capitalino, y de que la señora GODOY no fuera ratificada como fiscal, dos piezas claves de la SHEINBAUM. No hubiera conseguido el éxito en sus operaciones políticas, si no hubiera contado con la anuencia y el beneplácito del mesías. Es evidente.
A la Corte tampoco llegó BERTHA ALCALDE LUJÁN, hermana de LUISA MARÍA ALCALDE y amiga de CLAUDIA. Después de muchas discusiones en el Senado fue nombrada LENIA BATRES, hermana de MARTÍ, quien, por cierto, ya hizo público su beneplácito por la iniciativa del presidente de que los ministros sean elegidos por voto popular. Es más, no aceptó o no va a aceptar el sueldo de ministro como es ahora, sino menos. Nadie puede cobrar más que el presidente, dice. ¿Qué caray!
Curioso: La ex directora de NOTIMEX, SANJUANA MARTINEZ exhibe a la hoy secretaria de Gobernación al denunciar públicamente que cuando LUISA MARIA era secretaria del Trabajo, a través de su papá, ATURO ALCALDE y otros funcionarios, le condicionaron el monto de las liquidaciones de los trabajadores de la agencia de noticias, a cambio de entregar 20 por ciento del dinero para la campaña de CLAUDIA SHEINBAUM.
El presidente exige pruebas a SANJUANA. Casi con las mismas palabras, la SHEINBAUM lo hace. La SANJUANA dice que, por supuesto no hay facturas ni nada escrito, pero ya sus abogados trabajan en una estratagema para el pleito legal en caso de que la acusen de difamación o la califiquen políticamente de “traición”
El asunto va muy en serio, pues el hecho podría desembocar en que la señora SHEINBAUM pierda su registro.
Que la señora SHEINBAUM vaya a ganar a la buena, lo repito, ya se duda. Al mesías le interesa mucho que llegue a la presidencia, pero no le quita el sueño. Su verdadero plan “A” es otro. No es el Plan “C” como su gente le dice a su plan.
El proyecto de LÓPEZ OBRADOR es ganar el Congreso. Tener la mayoría en las dos Cámaras es su verdadero interés. Tener la mayoría calificada es su objetivo. ¿Por qué?
LÓPEZ OBRADOR sabe que teniendo mayoría calificada en el Congreso puede hacer lo que quiera. Prácticamente, el Poder Ejecutivo depende mucho de la aprobación de sus iniciativas de leyes y reformas a las mismas, para lograr sus programas y acciones de gobierno.
AMLO quiere hacer reformas legales y constitucionales que marcarán la agenda legislativa. Algunas de ellas ya fueron aprobadas por el Congreso, pero después la Corte las invalidó.
En abril del año pasado, la Suprema Corte de Justicia de la Nación invalidó dos de las reformas prioritarias del mandatario. Una conducía a la militarización de la Guardia Nacional que llevaría por añadidura a la militarización de la seguridad (el artículo 21 constitucional establece expresamente que la GN debe ser civil. Así que la Corte ordenó que el 1º de enero el control de la GN quedara a cargo de la Secretaría de Seguridad, cuyo mando es civil. Ante esa orden de la SCJN, López Obrador advirtió el 7 de diciembre que irá de nuevo por la militarización), y otra a la reforma electoral, por lo que a éstas dos el mandatario agregó la urgencia de reformas al Poder Judicial.
Sobre esto, en una de sus mañaneras, el presidente anunció una reforma constitucional para la elección directa de jueces y ministros del poder judicial, a fin de “sanear” a esa institución, a la que consideró “podrida”. “Solamente así se va a poder limpiar el Poder Judicial, no encuentro otro método más que el democrático, para limpiar de corrupción del Poder Judicial. ¿Cómo se le hace para que no haya jueces, magistrados y ministros corruptos?”.
El presidente está en campaña. Quisiera él que la ciudadanía votara por todos los candidatos de MORENA a diputados y senadores, para alcanzar la mayoría calificada y se puedan lograr las reformas a la Constitución que él pretende. La mayoría simple no permite que haya cambios, tiene que ser calificada. Así de sencillo.
Las reformas constitucionales al funcionamiento de la Corte, entregarían ésta a los brazos del presidente. Hoy por hoy, la Corte es el único contrapeso que tiene el poder presidencial.
¿Vamos a permitir esto los ciudadanos?