Francisco Félix Durán
Más allá de los diálogos poéticos de las tragedias griegas, nos encontramos con historias que sirven para restablecer el orden social, recuperar la fe en los dioses y en el destino que estos nos marcan, con héroes griegos que aceptan la fatalidad del Ado de manera estoica y siempre con una reflexión ciudadana.
Estas historias que podrían resultar extraordinarias, en realidad son de lo más comunes y quiero centrarme en dos obras escritas por Sófocles, me refiero a Edipo Rey y Electra. Hoy en día es muy común encontrar a lo que denomino “Edipos modernos”: padres que consumen el OnlyFans de sus hijas y al supuestamente descubrirlo no tienen el valor para sacarse los ojos.
En ese contexto, en Edipo Rey, Sófocles nos narra la historia de Edipo a quien el oráculo condenó al momento de nacer, anunciando que derramaría la sangre de su padre y se aparearía con su madre. Al cometer su fatal destino decide sacarse los ojos y hoy en día deambula ciego en el Hades.
Lo anterior podría parecer moralmente aberrante e increíble de suceder, pero si buscan noticias sobre padres que descubren consumían el OnlyFans de sus hijas sin supuestamente saberlo, encontrarán un centenar de ellas, la diferencia es que ellos entran en depresión y no aceptan como Edipo la fatalidad el Ado, además de que al no haber castigo no hay reflexión para estos consumidores.
Por otra parte, nos encontramos con el Complejo de Edipo, que moralmente asusta, pero es una realidad en nuestros infantes. En esta teoría Sigmund Freud dice que entre los tres y seis años, en lo que denomina Etapa Fálica, los niños comienzan a sentir placer a través de sus genitales, además de sentir deseo hacía su madre y entrar en rivalidad con su padre, este proceso natural de los varones permite la madurez de la identidad sexual.
Asimismo, nos encontramos con el Complejo de Electra, en donde Carl Gustav Jung (discípulo de Freud) adapta el Complejo de Edipo al caso de las mujeres, básicamente es lo mismo con la diferencia de que el apego con la madre compensa su rivalidad, además de sentirse atraídas por el padre como parte de la conservación de la especie y que se identifican como castradas, a diferencia de los niños que temen que su padre los castre.
¿Pero quién es Electra? En esta obra de Sófocles que lleva el nombre de su protagonista, Agamenón es asesinado tras regresar de Troya por Egisto, con quien se casa su esposa y genera un gran resentimiento en su hija, quien busca vengarse y lo consigue gracias a su desterrado hermano Orestes. Hablamos de hijos que matan a su madre para vengar a su padre.
Así es como estas grandes obras de Sófocles, una de las figuras más destacadas de la tragedia griega y quién vivió en los 400s a. C. Aún influye en nuestros días en conceptos, teorías, cine, literatura y en nuestras vidas. Finalmente me gustaría mencionar que las dos teorías mencionadas, hoy en día son criticadas por psicoanalistas modernos, pero suponen una etapa normal en el desarrollo psicosexual de las niñas y los niños.