
Luis Varese
Y no porque no se sepa por quién votar. Hay una sola candidatura viable para el país y es la de Luisa Gonzáles.
La otra va para el desastre aunque, beneficia directamente al bolsillo del candidato de la oligarquía, muy particular y familiar de los Noboa. Ni siquiera para el conjunto de la oligarquía. Este joven rico, acostumbrado a mandar, es muy exitoso en beneficiarse y no le tiembla la mano al ordenar represión contra los pobres. Se ha reunido con lo peor del capitalismo mundial y no ha dudado en anunciar que Blackwater se ocupará de traer mercenarios de élite para reprimir a nuestro pueblo. Hay lacayos de alma y corazón que no dudan en aplaudir esta medida destinada a asesinar a nuestros compatriotas en manos de extranjeros impunes. A ese extremo hemos llegado. ¿Por qué? ¿Cuál es el temor?
Qué está ocurriendo, una pincelada.
Según las encuestas Luisa Gonzáles, de la Revolución Ciudadana, le lleva entre 4 y 6 puntos de ventaja a Daniel Noboa, el actual presidente.
La derecha está desesperada con la posibilidad del retorno del progresismo. Del retorno de la propuesta democrática, soberanista y redistributiva que representa.
El gran interés del Imperio sobre este pequeño país, pasa por varios factores.
El geopolítico en su confrontación con China por el dominio del Pacífico, donde Ecuador junto con Perú y Chile juegan un papel geográficamente importante. Perú y Ecuador han firmado acuerdos con los EEUU, que permiten que las tropas yankis circulen armadas por el país, además de dar autorización a la importación de vehículos militares armados, así como barcos de guerra y aviación. En este marco, Galápagos ya fue entregado a la presencia militar de los EEUU.
En el Perú existen ya 5 bases militares de los EEUU, además de “11 laboratorios de investigación sobre la biodiversidad”, en manos de tropas de los EEUU.
Perú ha entregado además, la base aérea de Talara con la finalidad de crear una plataforma aeroespacial en manos de los EEUU. Probablemente para la empresa privada y la NASA.
Todo ello sin contar que, en la estrategia imperial, el movimiento de la droga a través del Ecuador, ubicado entre los dos mayores productores de cocaína (Perú y Colombia), con 640 kilómetros de costa boscosa en su mayoría, y con una economía dolarizada, es altamente rentable para las maniobras “encubiertas” de la DEA, CIA y compañía.
La embajada de los EEUU no cesa de presionar todos los botones que tiene a mano llámense Fiscalía General del Estado, Consejo Nacional Electoral, crimen organizado; violencia de los medios de comunicación, TV y escritos. Todos los troles y las fuerzas malignas que circulan alrededor, gracias a las mal llamadas redes sociales. La Inteligencia Artificial creando porquerías calumniosas (MP la llama Información Acumulada, IA.) La ofensiva es muy fuerte y recién está en sus inicios.
El progresismo y la izquierda
Un triunfo electoral de la Revolución Ciudadana tendría un impacto importante en Nuestramérica. Rafael Correa sigue siendo el político con mayor arraigo a nivel popular en el Ecuador y de gran prestigio internacional. Su liderazgo indiscutible en el movimiento de la Revolución Ciudadana y a nivel nacional, tiene sus pros y sus contras.
Por un lado transfiere un caudal electoral masivo y un respaldo popular indudable a la opción antineoliberal.
Por el otro lado, siendo su palabra ley, recorta iniciativa y el surgimiento de cuadros jóvenes de reemplazo y sobre todo existe una carga de confrontación con sectores del movimiento indígena que dirige Leonidas Iza. Esto es un hecho con el cual Luisa Gonzáles y su equipo deberán trabajar para ganar los espacios de unidad indispensables.
La izquierda llamada orgánica, no ha alcanzado en su conjunto ni el 5% de los votos en la primera vuelta, salvo el caso de Pachakutik, que liderado por el dirigente Leonidas Iza, ha logrado superar ese porcentaje y que aparece como el líder no sólo del movimiento indígena agrupado en la CONAIE sino de una izquierda socialista organizada, con una propuesta nacional coherente y viable.
Iza se define como estudioso de José Carlos Mariátegui (para los ignorantes y los que nos quieren confundir, Mariátegui no es el ideólogo de la lucha armada ni se sentiría orgulloso de Sendero Luminoso) y ha sostenido reiteradamente que jamás votaría por Daniel Noboa, ni por ninguna opción neoliberal.
Califica a la Revolución Ciudadana como Social Demócrata y refiere que las discrepancias que tiene la RC con Pachakutik, en esta coyuntura electoral y de carácter estratégico, son básicamente alrededor del extractivismo, la minería ilegal, y la gran minería a tajo abierto.
Así mismo expresa su abierta discrepancia con la convocatoria a una Asamblea Constituyente, que considera que significará un retroceso en referencia a la actual Constitución de Montecristi.
Es evidente que las contradicciones son agudizadas por intereses personales, por intereses de sectores de clase y por la acción del imperialismo.
Podemos ver lo que ocurre en esta época de crisis intercapitalista y de control hegemónico de espacios territoriales y económicos. Cómo nos afecta en todas partes la acción imperial, por el dominio de los mercados.
No podemos, en Nuestramérica, jugarnos una nueva derrota del movimiento popular en Ecuador. Tremenda responsabilidad pesa sobre los hombros de los dirigentes.
Negar una mirada que supere los espacios nacionales, nos impide ver el conjunto y por lo tanto entender lo que ocurre en nuestros propios países.
Solamente en América del Sur, los movimientos políticos son afectados por corrientes conservadoras que juegan con las ambiciones personales y de sectores de clase, repito. Colombia, donde Petro enfrenta de manera extraña, poco comprensibles en el exterior de Colombia, las contradicciones en el seno de su movimiento. Bolivia donde el Movimiento al Socialismo (MAS), expresa su primera ruptura importante con la salida de Evo Morales y ruptura del Movimiento indígena, que aparecía como la gran esperanza de la renovación democrática, con la incorporación de dirigentes y saberes ancestrales. Brasil, donde Lula no logra articular un programa amplio que en la práctica refleje profundas reformas indispensables en ese país, pero que sigue siendo un dirigente escuchado a nivel nacional y mundial. Chile con la tibia y pusilánime respuesta de un Boric, “ni chicha ni limoná”. Perú con una derecha entronizada gracias a la lumpenoligarquía y a la fuerza de los EEUU que han logrado hasta ahora adormecer, en base a la violencia y el asesinato a la indispensable respuesta masiva. Cuarenta y nueve, muertos por el ejército y la policía, solo en el mandato de Dina Boluarte.
En este artículo no quiero tratar lo que ocurre en Europa, tremendamente preocupante en su rumbo fascista, ni la violencia del matón de barrio Donald Trump, pero tampoco podemos cerrar los ojos ante la influencia que tiene en el fortalecimiento de las lumpenologarquías.
Baste decir que las opciones que está imponiendo se mueven básicamente en el campo militar, donde radica su fuerza. Eso explica lo descrito arriba sobre las bases militares yanquis, Galápagos, Talara, y las falsas declaraciones de “lucha contra las drogas”, en la que anuncia sanciones y amenaza de invasión a México que, con sabiduría, ha sabido elegir a una mujer extraordinaria como Claudia Sheinbaum y capear al menos por ahora, la tormenta arancelaria.
En este juego Cuba, Nicaragua y Venezuela no escapan de los violentos bloqueos e incluso llevarles la guerra a su territorio para concretar la ambición guerrerista del aparato militar yanqui. La “disputa” por el Esequibo aparece como un campo fértil de provocación contra Venezuela. O la violenta propaganda contra el gobierno de Nicaragua, llamándole permanentemente “la sangrienta dictadura”, en todos los medios que controla.
La derecha neofascista y el juego de las lumpenologarquías
En Ecuador, la consigna que está tratando de imponer la extrema derecha neofascista (que es la única que actúa en esta confrontación electoral) es Luisa desdolariza. La moneda circulante en el Ecuador es el dólar estadounidense. La desdolarización es un caballito de batalla contra el correísmo, que dicho sea de paso, ha dicho una y otra vez que sería un proceso de desastrosas consecuencias económicas y que no lo realizará, como no lo realizó en los 10 años de gobierno.
En respuesta la bancada de la Revolución Ciudadana, ha propuesto incorporar en la Constitución al dólar como moneda circulante oficial en el Ecuador. Es una jugada política de alto riesgo, pero le quita la bandera de batalla a la derecha.
La respuesta de ADN (fuerza política de Noboa) ha sido oponerse a incorporar al dólar en la Constitución con débiles argumentos, acusando de maniobras del correísmo.
Las bandas de la extorsión, sicariato y narcotráfico, autosustentables y altamente rentables en el control social, se han constituido en los nuevos paramilitares.
El otro elemento que signa el actuar de la derecha, es la violencia delincuencial que ha llevado al país a un estado de parálisis. Esta violencia es inobjetablemente un instrumento de la oligarquía que, en el caso del Ecuador, ha llegado al extremo de declarar estado de conflicto interno y a las bandas delincuenciales, actores de este conflicto. Esto permite la impunidad y el aplauso a las Fuerzas Armadas y Policiales, al punto de que la población no reacciona ante asesinato, tortura y desaparición de jóvenes pobladores de barrios marginales.
Hay una violencia racista y clasista socialmente aceptada.
Este modelo de uso de la violencia delincuencial el mismo que se aplica en el Perú, siendo Ecuador el país con mayor retroceso en la seguridad ciudadana.
La perspectiva
En este contexto los dias que faltan para las elecciones (tiempo excesivamente largo)
serán de movilizaciones y por supuesto del uso de las peores artimañas que pueda utilizar esta derecha y el imperio, que han dado muestras de no tener ningún tipo de escrúpulos para mantenerse en el poder. Baste mencionar el asesinato del Candidato a la Presidencia Fernando Villavicencio, con complicidad evidente de su escolta policial y el poder de ese momento; la escalada de la violencia en los barrios marginales; el asesinato e incineración de los 4 niños del barrio Las Malvinas (Ismael, Josué, Nehemías y Steven) que salieron a jugar fútbol y nunca más regresaron a sus casas. A este hecho infame se añade la connotación evidentemente racista y clasista del accionar de las FFAA y Policiales, en los barrios marginales de Guayaquil, Esmeraldas y el sur de la costa ecuatoriana.
Y no hay respuesta masiva a ello, ni siquiera las bancadas progresistas y de izquierda, han realizado actos masivos de condena a esta brutalidad.
Con estos antecedentes y en este marco militarista que han impuesto las administraciones de Biden y Trump, preocupa el desenlace que pueda tener el proceso electoral que se avecina.
Ocupar las calles masivamente, día a día en la campaña electoral y posteriormente defender el voto ante una derecha que viola de manera constante la Constitución y las leyes. Como esta provocación desmedida de usar los celulares y tomar fotos el día de las elecciones.
Ya no es una consigna, el fascismo está organizado y hay que combatirlo antes que desaparezcamos como espacios democráticos.
Las elecciones del 13 de abril serán una dura prueba para nuestra capacidad de respuesta y para el buen entender del electorado. Mucho es lo que se juega en el Ecuador, como se puede ver.