Diócesis de SCLC denuncia que sus alertas sobre Pantelhó no han sido atendidas por autoridades

* Además de la violencia generalizada, las parroquias han señalado el control de las comunidades por grupos criminales y el entierro clandestino de cadáveres

Daniela Alfaro

En un comunicado oficial, las 11 parroquias de la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas denunciaron la grave situación de ingobernabilidad y violencia que azota a las comunidades de Pantelhó y las colindantes de Chenalhó. En su declaración, responsabilizaron al parlamento por la crisis que atraviesan estos municipios, especialmente por su papel en la política local que, según las parroquias, ha exacerbado el conflicto.

La Diócesis señaló que, pese a los múltiples intentos de denunciar el clima de inseguridad que prevalece en la región, sus alertas no han sido atendidas por las autoridades. Las parroquias relataron que las comunidades sufren constantemente el miedo a los enfrentamientos armados, que han provocado muertes, desplazamientos y graves violaciones a los derechos humanos, como abusos sexuales y desapariciones forzadas de mujeres y jóvenes. “El contexto actual donde la sangre corre por las comunidades de Pantelhó, las mujeres y los niños viven con el temor a las detonaciones de armas y las balas perdidas”, afirmaron.

Según las denuncias, el gobierno estatal anterior y sus funcionarios, ignoraron las propuestas de la mayoría de las comunidades para la renovación del concejo municipal de Pantelhó, lo que llevó a un ambiente de mayor ingobernabilidad y violencia. Las autoridades locales, según las parroquias, “violentaron políticamente el proceso de elección”, lo que contribuyó a los enfrentamientos y el agravamiento de las condiciones de vida en la zona.

Además de la violencia generalizada, las parroquias han señalado otros problemas graves, como salarios de hambre, el control de las comunidades por grupos criminales y el entierro clandestino de cadáveres dentro de las viviendas, sin que existan registros oficiales de las muertes. Esta situación de impunidad ha perpetuado un ciclo de violencia que ha afectado tanto a los habitantes como a los religiosos que intentan brindar ayuda.

En respuesta, las parroquias exigieron al gobierno estatal y federal tomar acciones concretas para garantizar la paz y la justicia en la región. Las peticiones incluyen el desarme de los grupos armados que operan en la zona, la atención urgente a los desplazados por la violencia y medidas de seguridad eficaces. Las comunidades pidieron además que se garantice la seguridad de los sacerdotes y la población en general, ante el creciente número de ataques a los líderes religiosos, como el asesinato del párroco Marcelo Pérez el pasado 20 de octubre.

Finalmente, las 11 parroquias hicieron un llamado a la paz, exhortando a las autoridades a escuchar las demandas de las comunidades y garantizar el derecho a la vida, la justicia y la dignidad para los habitantes de Pantelhó. “La paz es un grito que debe ser escuchado”, concluyó el comunicado, que recordó la memoria del padre Pérez, quien dedicó su vida a la lucha por la justicia social y los derechos humanos en la región.

Además de condenar la violencia, las diócesis de Tapachula, Tuxtla Gutiérrez y San Cristóbal también hicieron un llamado a la atención sobre la creciente crisis migratoria en el estado. Destacaron el sufrimiento de miles de migrantes que, debido a la falta de atención y políticas adecuadas, se ven forzados a vivir en condiciones de extrema vulnerabilidad. Señalaron que, además de la violencia armada, los migrantes enfrentan un clima de persecución, explotación laboral y falta de acceso a servicios básicos. Las diócesis pidieron a las autoridades estatales y federales tomar medidas inmediatas para garantizar la seguridad y dignidad de estas personas en su paso por el estado.