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Diálogos postelectorales en la fonda / Al sur con Montalvo

Diálogos postelectorales en la fonda / Al sur con Montalvo
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Guillermo Ochoa-Montalvo

Querida Ana Karen, Recuerdo una frase de André Bretón diciendo: “No intentes entender a México desde la razón, tendrás más suerte desde lo absurdo. México es el país más surrealista del mundo” Lo mismo opinó Dalí. Sin duda, así es. Basta con escuchar a la gente opinando sobre las elecciones de este 2024, las cuales califican de atípicas, manipuladas desde las mañaneras, candidatos asesinados, dominio del narcotráfico, violencia desatada; sensación generalizada de miedo y llena de irregularidades para darnos cuenta de ello.

La contraparte opina que fueron elecciones limpias, sin violencia, sin mentiras ni trampas que en realidad, la votación era un referéndum, un simple trámite como lo calificó de forma surrealista, la candidata Claudia Sheinmbaum 

La fonda se llenó este lunes de parroquianos bebiendo cerveza como si discutieran por el campeonato de fútbol. Se nota rápidamente quieres toman partido por Morena y aquellos quienes defienden a Xóchitl; pocos mencionan al “bailarín”, como lo apoda una joven de tez blanca y ojos avispados quien lanza la primera pregunta. 

—Jacinto, ¿tienes idea de cuántos municipios hay en el país?

—¡Claro! Son como 1,500.

La chica de blusa rosa, hace una mueca desaprobando y aclara: —La pasión es la religión de los ignorantes: opinan de todo sin saber nada. En esta elección, además de Presidente de la República, se eligieron 128 Senadores y 500 diputados federales. Por otro lado, a nivel local fueron 8 gubernaturas y una Jefatura de Gobierno; 1,098 diputados locales, 1,802 presidencias municipales, 1975 Sindicaturas, 14,560 regidurías, 204 Concejales, 22 presidencias de juntas municipales y 299 presidencias de comunidad.

—¡Eso a quién le interesa!, yo no soy político, Gloria, -replicó Jacinto.

—Pues debiera interesarte porque todos estamos inmersos en la política; participar significa tomar una postura que nos beneficie a la mayoría y para ello, debemos conocer las propuestas  de los candidatos. A ver, Tomás, ¿tú por qué votaste?, y ¿por qué?

—Yo por Claudia, porque le dará a México prestigio internacional con su apellido alemán. Y la verdad, no votaría por una fea, gorda, chimuela, grosera y vendedora de gelatinas.

— A ti, ni te pregunto, Vicente. Siendo militante del MORENA; familiar del candidatos del Verde es de suponer que votaste por el partido Verde.

—Te equivocas Gloria, yo voté por Xóchitl, porque estoy asqueado de la 4ª Transformación, de sus mentiras y descarada corrupción.

—Pero eres fundador de Morena; funcionario de un gobierno de Morena; pariente del candidato del Verde, no me resulta lógico.

—Te lo explico fácil: me bajaron el sueldo; a mi padre no le llegó el apoyo del campo; a mi hermano, los famosos Siervos, le mochan una buena cantidad de su beca; no me cumplieron las obras que me tocaban y encima de todo, después de tanto trabajo, me niegan la Regiduría. Así que congelé a mi estructura e esta ocasión.

Gloria quedó atónita. Pidieron otro cartón de cerveza, mientras las tres mujeres y siete hombres de la mesa, discutían airadamente sin argumentos sólidos y sin escucharse mutuamente. Todos esgrimían sus incongruentes e incoherentes razones entre gritos y manoteos. Las opiniones estaban divididas culpándose mutuamente de la derrota de sus candidatos como quien discute si fue penalti o no.

Una señora de edad avanzada impuso silencio con un tono de militar. —Ninguno sabe lo que dice. Con la 4ª Transformación se acabarán los gastos de campaña; los militares nos garantizarán la paz y tranquilidad; México crecerá económicamente en un 6% y ya no tendremos la presión de esos organismo autónomos tan corruptos como el Poder Judicial.  No necesitamos de Transparencia ni de Derechos Humanos; menos del CONACYT porque en la Cuarta Transformación todo es perfecto. Contaremos con el mejor sistema de salud del mundo y con medicamentos para toda la población. Las elecciones no son buenas porque no expresan ni la voluntad del pueblo ni su voto efectivo. Así, el proyecto de nuestro presidente podrá concretarse en 18 años más.

—Te equivocas, -la interpela una joven madura; —Apenas se confirmó el triunfo de Morena y el dólar ya amaneció a $17.59 y seguirá subiendo; la educación se convirtió en adoctrinamiento de niños y jóvenes tan ignorantes que no saben ni siquiera multiplicar; por más que digas, el sistema de salud sigue siendo el peor del mundo y ni hablar de ciencia y tecnología. En México reinarán otros intereses. La lucha de partidos se agotó, la preferencia por candidatos se fue al pozo; los líderes sociales se mueven a conveniencia sin credibilidad; a los medios de comunicación nacional, se le nota el bozal a leguas; el desempleo seguirá creciendo junto con la pobreza que facilita el centro social de las masas.

—Te equivocas, Alicia, -responde la señora mayor.

—Te equivocas tu, Remedios. Tú que trabajaste todo la vida para gobiernos del PRI y no aceptan que Morena se llevó a los más corruptos del PRI y de otros partido, junto con el hartazgo de los mexicanos en su momento. En este país se vota con el estómago, nunca con el cerebro.

En ese instante, las acusaciones mutuas subieron de tono. Entre la pasión, la ignorancia y la violencia, la línea es muy tenue. Lo mejor era tomar distancia y salir del lugar. Como sea, en México, las discusiones bizantinas y surrealistas forman parte de nuestra cultura y eso, seguirá siendo una cuestión de amor.

Guillermo Ochoa Montalvo

Periodista, municipalista y escritor. 

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