* Denunciaron que no solo temen el castigo de los grupos criminales que los obligaron a huir, sino también a las autoridades mexicanas, a quienes acusan de complicidad.
Redacción / Alfaro Noticias
Más de 300 mexicanos que buscaron refugio en Guatemala tras huir del narcotráfico en Chiapas expresan su miedo a regresar a México debido a posibles represalias y a la presencia del Ejército mexicano. Desde el 22 de julio, estas familias se encuentran en la Escuela Oficial Rural Mixta del Caserío Ampliación Nueva Reforma, en Cuilco, Huehuetenango, después de escapar de enfrentamientos armados que los obligaron a abandonar sus hogares.
Recientemente, miembros del Ejército mexicano visitaron el albergue con la intención de instalar una cocina comunitaria para los desplazados. Sin embargo, esta oferta fue rechazada por las familias, quienes exigen garantías de seguridad antes de considerar su retorno a México. El rechazo se debe a que la presencia de los militares reavivó sus temores, ya que el Ejército es percibido como cómplice de los grupos criminales que les obligaron a huir.
El conflicto entre el Cártel de Sinaloa y el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) en el estado ha causado una grave crisis humanitaria, con miles de desplazados forzados a abandonar sus hogares. A pesar de los esfuerzos de las autoridades mexicanas para abordar la situación, las medidas adoptadas hasta ahora han sido insuficientes para garantizar la seguridad de los afectados.
La respuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador a la crisis ha sido criticada por los refugiados, quienes consideran que el gobierno no ha tomado las medidas necesarias para proteger a los ciudadanos y asistir a los desplazados. Mientras tanto, en Guatemala, la comunidad local ha mostrado solidaridad al ofrecer albergue y alimentos, aunque la falta de recursos y las condiciones precarias en la región continúan siendo un desafío para los refugiados.
