* El descenso abrupto de los niveles del río ha provocado escasez de agua potable en numerosas comunidades.
Daniela Alfaro
En Chiapas, el cierre de las presas La Angostura y Chicoasén debido a trabajos relacionados con Chicoasén II ha provocado una drástica disminución en los niveles del Río Grijalva, generando preocupación y repercusiones significativas en la región. Este fenómeno ha dejado al descubierto bancos de arena y ha ocasionado que numerosas lanchas queden varadas en las cercanías del malecón de Chiapa de Corzo, impactando negativamente en los prestadores de servicios de embarcaciones.
Ceín Escobar Espinosa, representante de las embarcaciones, ha expresado su malestar ante medios de comunicación por la falta de aviso previo sobre el cierre de las presas, mencionando que se han visto obligados a operar con capacidad limitada debido a la disminución del nivel del río, lo que afecta tanto sus ingresos como el servicio a los turistas con paquetes programados. La falta de previsión también ha ocasionado problemas en el suministro de agua potable a numerosas colonias de Chiapa de Corzo.
La Comisión Federal de Electricidad (CFE) ha iniciado trabajos en la presa Chicoasén II, desviando el cauce del Río Grijalva con el fin de ejecutar de manera segura el proyecto de la Central Hidroeléctrica Chicoasén II. Este desvío ha ocasionado una disminución drástica en la profundidad del río, que ha alcanzado apenas los 30 centímetros en algunas zonas, en contraste con sus niveles máximos de hasta 250 metros en condiciones normales.
Como consecuencia del cierre de las presas, los prestadores de servicios turísticos en el malecón de Chiapa de Corzo se han visto obligados a suspender temporalmente sus actividades debido al descenso del nivel del río. Las autoridades del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado Municipal de Chiapa de Corzo (Sapam) han advertido a la población sobre la escasez de agua potable que podría ocurrir durante estos días, sugiriendo la necesidad de almacenar suficiente líquido para evitar problemas.
El proyecto de la Central Hidroeléctrica Chicoasén II, en construcción desde 2015 y supervisado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, ha generado preocupación entre la población afectada por sus repercusiones en el medio ambiente y en las comunidades locales. La CFE ha asegurado que los trabajos en la presa Chicoasén II se llevan a cabo con el objetivo de garantizar la seguridad y eficacia del proyecto, aunque estas acciones han generado preocupación por sus impactos en el suministro de agua potable y en el turismo local.