* Raymundo Ramos, del Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, alega que la CNDH ha cerrado catorce quejas sobre violaciones a derechos humanos sin la debida atención.
La presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Rosario Piedra Ibarra, se encuentra bajo un fuerte escrutinio por su gestión al frente de la institución. Raymundo Ramos, presidente del Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo (CDHNL), la descalificó recientemente, argumentando que su administración ha mostrado “sumisión” a las fuerzas armadas y ha fallado en proteger a la población civil. Este señalamiento se hace eco de un trágico incidente ocurrido en Nuevo Laredo, donde tres civiles, entre ellos una niña de ocho años, fueron asesinados por personal militar, lo que ha levantado serias dudas sobre la efectividad de la CNDH en la defensa de los derechos humanos.
Ramos destacó que la CNDH, bajo la dirección de Piedra Ibarra, ha cerrado catorce quejas por violaciones graves a derechos humanos, acusando a la institución de actuar de manera parcial y superficial. En un comunicado, el CDHNL exigió la renuncia de Piedra Ibarra y otros altos funcionarios, alegando que han entregado la CNDH a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Secretaría de Marina (Semar). La organización critica la falta de medidas cautelares por parte de la CNDH, lo que, según ellos, ha contribuido a la muerte arbitraria de civiles.
Mientras la situación de Piedra Ibarra se deteriora, surgieron rumores sobre su posible exclusión de la contienda para su reelección. Sin embargo, el presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, desmintió estas especulaciones, asegurando que la ombudsperson sigue siendo una candidata viable. En declaraciones a la prensa, Noroña defendió que sería un trato incorrecto descartar a Piedra Ibarra, quien aún presenta funciones como presidenta de la CNDH.
La competencia por el liderazgo de la CNDH también incluye a otros aspirantes, como Paulina Hernández, experta en Derecho Constitucional, y Jesús González Schmal, abogado. Además, destaca Nashielli Ramírez, ombudsperson de la Ciudad de México y cercana a la presidenta Claudia Sheinbaum, lo que añade otra dimensión política al proceso de selección.
Las críticas a la gestión de Piedra Ibarra no solo se limitan a su relación con las fuerzas armadas, sino que también incluyen su respuesta a casos específicos de abuso. Organizaciones de derechos humanos han denunciado que la CNDH ha cerrado quejas a pesar de la presentación de evidencia sólida, validando las versiones de las fuerzas armadas en lugar de proteger a las víctimas.