* La falta de regulación y capacitación desigual pone en riesgo a pacientes y socorristas, a pesar de su labor para aliviar la saturación de los servicios oficiales de emergencia.
Redacción / Alfaro Noticias
En Chiapas, un número creciente de grupos de paramédicos voluntarios opera sin un marco regulatorio que respalde su actividad, aseguró Julio César Arellano, actual director operativo del grupo voluntario “Emertchis”. La falta de supervisión oficial ha creado un vacío legal que permite a estos colectivos prestar servicios de atención prehospitalaria sin cumplir con los requisitos formales establecidos en otras entidades del país. La ausencia de una normativa clara pone en riesgo la calidad del servicio y la seguridad tanto de los pacientes como de los voluntarios.
Estos grupos de paramédicos se encuentran en una situación de desigualdad, pues mientras algunos cuentan con equipos especializados y formación avanzada en primeros auxilios y reanimación cardiopulmonar (RCP), otros operan con recursos limitados y capacitación básica. Esta disparidad genera un panorama incierto, ya que, al no existir un control estatal sobre las competencias de los voluntarios, hay un riesgo potencial de intervenciones inadecuadas que puedan agravar las condiciones de los pacientes.
La alta demanda de atención en emergencias, especialmente en ciudades como Tuxtla Gutiérrez, ha llevado a estos grupos a suplir la deficiencia de los servicios oficiales de emergencia. La incapacidad para cubrir toda la demanda de atención médica urgente de instituciones de emergencia estatales como el 911, ha impulsado a los voluntarios a intervenir en diversos tipos de incidentes, incluyendo accidentes vehiculares y casos de pacientes con enfermedades crónicas, como afecciones cardíacas y diálisis.
Arellano también señaló que la capacitación profesional es crucial para evitar complicaciones en los procedimientos de atención. Destacó que, aunque la voluntad de ayudar es importante, no es suficiente para salvar vidas sin el conocimiento adecuado. Por ello, los grupos como “Emertchis” ofrecen formación continua, que abarca desde primeros auxilios hasta nivel Técnico Superior Universitario en Urgencias Médicas.
A pesar de la falta de recursos financieros, los grupos voluntarios logran mantenerse operando gracias a las contribuciones de sus miembros, quienes provienen de diversas profesiones. La carencia de ambulancias completamente equipadas ha llevado a estos grupos a colaborar estrechamente con otros organismos como Cruz Roja o Protección Civil, para estabilizar a los pacientes hasta que llegue la asistencia oficial.
Destacaron que en Tuxtla Gutiérrez, existen al menos seis grupos de paramédicos voluntarios importantes, que operan en condiciones informales pero con el objetivo común de apoyar a la comunidad en situaciones de emergencia. Con información de Diario Cambio 22.