* El Centro alertó sobre desapariciones y condiciones inhumanas laborales, mientras más de 700 migrantes se agrupan en la tercera caravana del mes.
Daniela Alfaro
El Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdoba A.C. ha alertado sobre la explotación laboral y la violencia que enfrentan los migrantes en Chiapas, donde lo que el gobierno federal califica como “migración laboral” se traduce en condiciones de trabajo precarias y abusivas. Enrique Vidal, director del organismo, enfatizó en una entrevista para Diario del Sur que estas situaciones son parte de una economía criminal que afecta tanto a personas en movilidad como a chiapanecos.
La violencia ha aumentado en la región desde 2018, limitando la capacidad de respuesta de las organizaciones que brindan apoyo a migrantes. Vidal destacó que las políticas migratorias en México están cargadas de racismo y violencia, perjudicando a quienes huyen de la pobreza y la violencia en sus países de origen. “No se considera a las personas empobrecidas que huyen de sus países, y cuando se hace, es para someterlas a trabajos de alto riesgo y mal remunerados”, indicó.
Recientemente, más de 700 migrantes llegaron a Pijijiapan, tras salir de Tapachula en una tercera caravana migrante. Aseguraron que están cansados pero decididos, buscan avanzar hacia el norte en un plazo de cinco días. Protección Civil ha proporcionado agua y sueros a quienes enfrentan largas caminatas, muchos de ellos acompañados de niños.
Las condiciones para estos migrantes son peligrosas, especialmente al avanzar hacia el norte, donde enfrentan riesgos mortales. Voces Mesoamericanas ha documentado la desaparición de al menos 60 chiapanecos, y en 2020, un total de 17 mil personas abandonaron Chiapas, con la mayoría intentando llegar a Estados Unidos. Los pasos fronterizos de Tamaulipas y Sonora se han convertido en áreas críticas, donde la probabilidad de desapariciones es alarmante.
Vidal hizo un llamado a los gobiernos federal, estatal y municipal para que reconozcan la violencia generalizada en el estado y actúen. “Si no se reconoce el problema, no se encontrarán soluciones efectivas”, advirtió, destacando la urgencia de atender a las víctimas y gestionar adecuadamente los casos de migrantes desaparecidos.