Juan Carlos Cal y Mayor
En los próximos días habrá por fin humo blanco respecto de la definición en Morena por la coordinación-candidatura a la alcaldía Tuxtleca y el resto de la geografía chiapaneca. Se supone que la fecha límite electoral será a finales de marzo pero de pronto se ha desatado sin tregua una furibunda batalla intestina entre los múltiples aspirantes. No conozco al dirigente de Morena en el estado, pero está claro que no ha intervenido lo suficiente para evitar que el proceso de selección se lleve a cabo de forma civilizada y ordenada. De pronto todo es especulación y conjeturas. Fuego cruzado en campañas mediáticas donde lo que destaca no son precisamente las virtudes de los aspirantes sino la descalificación. Eso ha precarizado nuestra forma de hacer política la que no ha dejado de ser aldeana.
Lo plausible es que la definición del virtual candidato a la gubernatura, Eduardo Ramírez, ha mantenido la estabilidad política si se considera además que Eduardo está tejiendo fino sumando a tirios y troyanos en torno suyo sabedor que el horno no está para bollos y el reto que le espera es enorme. Y vaya que nos salvamos de la ocurrencia irresponsable y maliciosa de querer imponer al señor tabasqueño de las botargas que al final se salió con la suya postulándose al senado, espacio perdido para los chiapanecos.
*EDUARDO RAMÍREZ*
Conozco a Eduardo desde muy joven cuando ocupó la alcaldía de Comitán habiendo sido síndico y luego en sustitución del entonces alcalde Rafa Morales. Lo hizo bien y por eso se granjeó la simpatía de los comitecos que le ratificaron su confianza ganando luego como candidato a la alcaldía. Nada le ha sido regalado y no lo digo por elogiar. No falta como siempre en política quien lo descalifique o a quien no le agrade y está muy en su derecho. Quizás tampoco muchos estén anuentes dada la situación imperante en varias regiones del estado. No solo se tienen que enfrentar los grandes rezagos que nos mantienen en la pobreza, sino que ahora padecemos el masivo y anárquico éxodo migratorio sumado a la inédita presencia de la delincuencia organizada.
*ENTRE LO POSIBLE Y LO DESEABLE*
No acabamos de entender que la política es el arte de lo posible dentro de lo deseable. Que Chiapas tiene una enorme complejidad y que no nos podemos dar el lujo de la improvisación. Si revisamos la trayectoria de Eduardo habrá que considerar que la experiencia acumulada no solo lo ha madurado como político sino incluso como persona. Las grandes ligas le han servido para su formación. Impartió cátedra como profesor de derecho constitucional en la UNAM, ya fue diputado local, líder del Congreso, secretario de Gobierno, diputado federal y senador de la república.
*TIEMPO SUFICIENTE*
De esto último lo que más trasciende es que haya logrado no solo ganarse la confianza de su bancada sino la de los demás partidos políticos, son toros difíciles de lidiar. Estoy seguro que ahora que deje el senado sus compañeros senadores de todos los partidos le van a dar una apapachadora despedida.
Habrá tiempo suficiente para escuchar a los diferentes sectores y construir un necesario acuerdo para gobernar y trascender como se lo ha propuesto. No habrá literalmente competencia porque no hay alternativas que pueda ofrecer una oposición perdida en la mediocridad y la sumisión ante la carencia de liderazgos y propuestas ya sea por desconocimiento e indiferencia.
*PARIDAD*
La estabilidad social depende también de quienes eventualmente gobernarán los principales municipios del estado. Ahí es donde hay que cruzar los dedos para que no vayan a salir con una batea de babas. El tema de la paridad se ha convertido en un enorme problema por la obsesión ahora traducida en leyes de literalmente imponer candidaturas por género más allá de consideraciones políticas. Ahí es donde se pueden complicar las cosas porque los criterios que ha emitido la autoridad electoral son bastante confusos y hasta arbitrarios.
*LOS PRINCIPALES MUNICIPIOS*
Veamos caso por caso. En Villaflores el alcalde Mariano Rosales mantiene la gobernabilidad y ahora su hija Valeria podría darle continuidad. Aunque es joven, el Papá ya sabrá qué hacer para que las cosas ahí no se salgan de control. La Frailesca es una zona muy importante del estado y Villaflores es cabeza de región. En Comitán, otra cabeza de región, Mario Guillen, el señor Fox, va por la reelección y creo que puede lograrla porque ha demostrado oficio para ello. Lo conozco bien y sé lo que afirmo. Es una región complicada, pero las cosas han marchado bien en términos generales. Dudo que a Mario le puedan disputar el cargo. En Tapachula se apunta mi amigo Yamil Melgar y creo por mucho que es la mejor opción porque tiene experiencia y un deseo sincero de hacer bien las cosas, aunque la verdad es que cada día la situación es más complicada en nuestra frontera. Vaya reto el que le espera.
En San Cristóbal todo indica que Mariano Díaz no buscará la reelección, hay varios postulantes y por varios partidos. Trae buenas intenciones e ideas el empresario Carlos Morales, se apuntan también Fabiola Ricci y Polo Morales (hermano de Carlos y amigo de Mariano). San Cristóbal carga con el problema del empoderamiento de grupos indígenas que controlan el comercio informal, la central de abastos, el transporte y también andan metidos ahora en la delincuencia y el narcomenudeo. Los llamados motonetos siguen siendo un problema y la verdad es que la hermosa capital cultural merece un mejor destino. En el 2028 San Cristóbal cumplirá 500 años de su fundación y se ha convertido en el principal polo turístico del estado.
El reto del partido en el poder y sus aliados será acomodar las cosas de tal manera que no haya una desbandada o escisiones que pongan en riesgo el compromiso para darle la cuota de votos que les está exigiendo la candidatura presidencial. ¿Quién o entre quienes se tomarán finalmente las decisiones? No se sabe a ciencia cierta. La guerra de encuestas ha generado más confusión que incertidumbre. Mario Delgado trae todo un relajo con procesos similares en todo el país.
*¿QUIÉN MANDA?*
Se supone que el presidente manda, pero no puede con todas las decisiones a lo largo y ancho de la geografía electoral del país. Parece que a Claudia Sheinbaum le dieron un bastón de mando que no funciona porque todo parece indicar que no manda. Le bajaron a Harfusch en la CDMX y la propia dinámica de la campaña la trae bastante ocupada. Dicen que Xóchitl no levanta, pero por lo visto los trae fintos. La votación se va a dividir entre el sur, el centro y el norte. Los programas sociales no van garantizar un control porque si la clase media urbana opta por castigar al gobierno por sus malos resultados, el destino será diferente. Es en medio de ese torbellino que haremos de transitar en los próximos días.