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Decisiones / A Estribor

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Juan Carlos Cal y Mayor

Reflexionar serena, muy serenamente, es mejor que tomar decisiones desesperadas. Franz Kafka

El día de ayer, Claudia Trujillo, la dirigente del partido Movimiento Ciudadano en Chiapas y un servidor, anunciamos mi incorporación para la definición del proyecto para las candidaturas a alcalde, diputados locales y federales en Tuxtla Gutiérrez, incluso en otras partes del estado donde resulte factible. Ya lo habíamos venido platicando de un tiempo para acá en tanto que el proyecto de México Libre con Margarita Zavala, para formar un nuevo partido abierto a la ciudadanía, no obtuvo su registro por la infame decisión del INE y posteriormente del TRIFE ampliamente documentadas como una flagrante violación a los derechos políticos de decenas de miles de ciudadanos.

De igual manera aplaudí la constitución de la Alianza Va por México, ante la necesidad de constituir un frente amplio, más allá de las ideologías, anteponiendo la necesidad de modificar la mayoría en el Congreso Federal y evitar este proceso de degradación y desmantelamiento institucional que ha consolidado un modelo autócrata que gira torno a la figura del presidente cuyas decisiones han llevado al país a una crisis sanitaria con peores consecuencias que en el resto del mundo y una pauperización económica en medio de un clima de incertidumbre y nulo apoyo gubernamental.

A invitación expresa de algunos de los aspirantes a dirigir los destinos de nuestra ciudad capital, decidí apuntarme para participar en un proceso de auscultación que privilegiara la búsqueda de consensos que consolidaran candidaturas sólidas y competitivas. Dialogué literalmente con todos los actores políticos con ese propósito incluso con las dirigencias estatales quienes se supone tendrían al final la responsabilidad de analizar inteligentemente, proponer, acordar y determinar a quienes encabezarían dichas candidaturas.

El tiempo pasó y cada uno de los actores siguió sus propias estrategias, recurrió a sus influencias, sus encuestas y se autopostuló anticipadamente como el ungido de la tan acariciada candidatura a la alcaldía. Ninguno dio, ni ha dado su brazo a torcer. Pareciera que es eso o nada. Y así llegaron los tiempos de las definiciones. El PAN en el que milité durante 22 años fue quien se mostró renuente a mi participación. Pasaron de invitarme a participar y volver al partido cuando a México Libre le negaron el registro, a déjame plantado en más de una ocasión mientras que por otro lado recibieron prácticamente a todos los aspirantes al comité municipal, Willy, Emilio, Manuel y Paco, habiendo yo mismo solicitado el mismo trato sin recibir respuesta alguna.

Debo decir que yo no renuncié al PAN. En diciembre de 2019 tocaba reafiliarse y no lo hice porque estaba en proceso de formación de México Libre como partido. A sus dirigentes, Palomeque y Cesáreo les dije que no pretendía socavar al PAN ni invitar a sus militantes a sumarse al nuevo partido. Que trabajaríamos en el mismo sentido como oposición e incluso nos sumariamos a postulaciones para no dividir las simpatías del electorado. Contrario a otros distinguidos miembros del PAN que si renunciaron (algunas con graves señalamientos), yo publiqué un texto en el que agradecí los muchos años, las muchas personas cuya amistad atesoro y los gratos momentos que me tocó vivir.

En el proceso de diálogo que sostuve con todos los actores políticos, insistí mucho en preguntar para qué querían gobernar nuestra ciudad. Saber si contaban con un diagnostico certero de sus problemas y soluciones realistas para superarlos. Y la respuesta por lo regular fue la misma. “Primero llegamos y luego vemos que hacemos” Eso por supuesto no me convenció. Creo que la obstinación por encabezar la candidatura a la alcaldía provocará aún más escisiones. En lo local es lo que los mueve y olvidan la importancia que las dirigencias nacionales tienen por obtener mayoría en el congreso federal.

Nada tengo que reprocharle a ninguno. Hicieron, unos más otros menos, lo que pudieron por incluirme. Salvo señalar a los dirigentes del PAN a los que al parecer les tiene sin cuidado que yo no participe en la alianza. Así dejaron ir de sus filas a los mejores cuadros que ha tenido en los últimos lustros, como lo fueron Don Valdemar Rojas, Enoch Araujo, Vicky Rincón y Paco Rojas.

Soy libre para participar donde yo decida. No cambié como chapulín de un partido otro. Nadie me negó nada porque no me esperé a averiguarlo. Mi historia es clara. Nadie me va expulsar de ningún lado porque no tengo filiación política incluyendo al Movimiento Ciudadano que me ha abierto generosamente sus puertas. Me ocupa construir ahora sí, sin mezquindades, abonar a consolidar candidaturas ganadoras anteponiendo un proyecto que saque adelante a nuestra ciudad capital.

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