- En la presentación del “Atlas de la propiedad social de la tierra en México”, expuso que el crimen organizado ha tomado terrenos ejidales, lo que ha causado desplazamientos forzados.
Redacción
Plutarco Emilio García Jiménez, exdirector del Registro Agrario Nacional (RAN), advirtió sobre la creciente apropiación de tierras por parte de grupos del crimen organizado en Chiapas. Durante la presentación del “Atlas de la propiedad social de la tierra en México”, García Jiménez mencionó que esta situación ha generado el desplazamiento de comunidades en la región.
“Ha habido una apropiación de tierras ejidales y comunales por parte de la delincuencia que ha provocado que los pueblos emigren. Hay desplazados, sobre todo en Chiapas”, afirmó el exfuncionario. Esta afirmación resalta un problema significativo que enfrentan los habitantes de la zona, quienes han visto amenazada su seguridad y sus medios de vida.
El “Atlas de la propiedad social de la tierra en México” es un trabajo que sirve para recopilar información relevante sobre la situación agraria en el país, aseguraron en su presentación. Incluye mapas y gráficos que abordan aspectos como el uso del territorio y los recursos naturales en las comunidades. García Jiménez destacó que la información contenida en el Atlas podría ser útil para la planificación del desarrollo territorial y la regularización de tierras en Chiapas.
Asimismo, el exdirector del RAN subrayó la importancia de seguir trabajando en la regularización de ejidos y comunidades, ya que aún existen numerosos casos no reconocidos a nivel nacional. “Hay alrededor de mil 700 comunidades que necesitan ser regularizadas y certificadas”, indicó.
Hace apenas dos semanas, líderes indígenas de la Selva Lacandona denunciaron la infiltración del narcotráfico en la región, afirmando que su territorio se ha convertido en un “polvorín”. Estos líderes han sido desplazados por el crimen organizado tras amenazas de muerte por denunciar el uso de pistas de aterrizaje para el tráfico de droga.
En una carta pública, expresaron que la violencia ha tomado un carácter cotidiano y que las comunidades están sometidas a grupos criminales, afectando severamente su vida y cultura. También denunciaron que las autoridades locales han despojado a los pobladores de sus parcelas y que los tres niveles de gobierno los tienen olvidados.