Más de cincuenta mujeres de diversas partes del estado, sin importar los colores de sus partidos, se dieron cita para “Conversar entre mujeres”, cuyo evento fue impulsado por las integrantes del Observatorio de Participación Política de las Mujeres y Actuación contra la Violencia de Género Chiapas.
Claudia Trujillo agradeció la asistencia de las presentes y les recordó que, “el observatorio nace ante la necesidad de generar una herramienta capaz de sumarse a las acciones gubernamentales y no gubernamentales en Chiapas, para generar espacios y asegurar leyes que protejan de forma integral a las mujeres en el ámbito político electoral”.
Por su parte, Adriana Guillén expresó que “el 2024 será la elección más grande a la que se ha enfrentado el país, van a haber más de 20 mil cargos, es decir, 128 senadurías, 500 diputaciones federales, 9 gobernaturas, 31 congresos locales, más las alcaldías, el reto es muy grande”.
Una de las sorpresas de la tarde fue la presencia de la política Areli Madrid Tovilla, a quienes todas las asistentes le reconocieron su trayectoria y por supuesto el cariño. Les dedicó una palabras a las fundadoras del observatorio y las incitó a continuar trabajando a favor de las mujeres, generando una ruta clara, una agenda, pero sobre todo, una red que sirva de soporte, de protección y que pueda visibilizar a quienes deseen participar en los coimisios del 2024.
Olga Luz Espinosa Morales, Diputada Federal por Chiapas e integrante del observatorio envío un mensaje para las compañeras, “hoy no puedo estar presente, porque debo estar en la CDMX, luchando por sus derechos, por ustedes y por todas, el patriarcado no descansa, y nosotras tampoco”.
Aracely López Trejo, puntualizó “atrás quedó la frase, mujeres juntas ni difuntas, que sepan en todo Chiapas, que las mujeres juntas somos mas fuertes, que nunca más habrá una democracia sin nosotras, que la paridad llegó para quedarse”.
Todas las asistentes coincidieron que la única alternativa viable para este 2024 es caminar juntas como alidas contra el machismo y la violencia, pues queremos más alcaldesas y menos princesas