* Ana Claudia Ávila, una de las representantes del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas, destacó la situación que viven miles de personas desplazadas por la violencia, que las ha obligado a abandonar sus hogares y, en muchos casos, cruzar la frontera hacia Guatemala.
Daniela Alfaro
En su reciente gira por Europa, una delegación del Congreso Nacional Indígena (CNI), junto con representantes del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas, se desplazó por varias ciudades con el objetivo de denunciar la violencia y el desplazamiento forzado que aquejan a las comunidades en Chiapas. La gira fue organizada por la Red Europa Zapatista, una red de colectivos de solidaridad con las comunidades zapatistas, que se han visto atrapadas en un contexto de violencia creciente debido a los enfrentamientos entre grupos criminales en la región.
Durante esta gira, Ana Claudia Ávila, una de las representantes de la delegación, hizo un llamado urgente a la comunidad internacional para que intervenga en la crisis de violencia en el estado. Ávila destacó la difícil situación que viven miles de personas desplazadas por la violencia, que las ha obligado a abandonar sus hogares y, en muchos casos, cruzar la frontera hacia Guatemala. En su intervención, subrayó la necesidad de que otros países apoyen a México para detener la violencia y frenar la expansión de los carteles del narcotráfico que controlan rutas de migración y otras actividades ilícitas en el estado.
El sus comunicados, el Centro ha señalado que la violencia en las comunidades indígenas ha desplazado a miles de personas, muchas de las cuales no encuentran refugio ni en México ni en Guatemala. Según informes recientes, varios grupos criminales luchan por el control de rutas de tráfico de migrantes y contrabando de drogas, lo que ha exacerbado la crisis humanitaria en la región. Las comunidades, atrapadas en este conflicto, sufren la imposición de extorsiones y otras formas de violencia directa.
En su mensaje, Ávila insistió en que la respuesta del gobierno mexicano ha sido insuficiente y que es necesario un compromiso más firme de la comunidad internacional para brindar asistencia humanitaria y garantizar la seguridad de los desplazados. La delegación aprovechó la oportunidad para presentar informes y testimonios de las víctimas, buscando visibilizar su sufrimiento y hacer un llamado a la acción ante la pasividad del gobierno frente a la violencia en la región.
La delegación también destacó que, mientras las comunidades zapatistas en Chiapas buscan construir autonomía frente al gobierno mexicano, la violencia externa impuesta por el narcotráfico ha sido una de las principales amenazas a su proyecto. A través de encuentros con autoridades y organizaciones internacionales, Ávila y otros miembros de la delegación intentaron sensibilizar a Europa sobre las implicaciones humanitarias de la situación y pedir apoyo para las iniciativas de paz que se han propuesto desde las comunidades afectadas. Con infromacion de El Salto.