* Gallegos, fundador del medio La Voz del Pueblo y columnista en Tabasco Hoy, fue encontrado muerto tras ser reportado como desaparecido.
La Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) condenaron el asesinato del periodista Alejandro Gallegos León, ocurrido el pasado fin de semana en Tabasco. El comunicador, fundador del medio La Voz del Pueblo y columnista en Tabasco Hoy, fue encontrado sin vida en el municipio de Cárdenas después de haber sido reportado como desaparecido el 24 de enero. Ambas instituciones internacionales instaron a las autoridades a investigar el crimen de manera exhaustiva, sin descartar que su labor periodística haya sido un factor relevante en el asesinato.
La ONU-DH expresó su solidaridad con la familia de Gallegos y señaló que su muerte representa un ataque a la libertad de expresión en México, un país que sigue siendo uno de los más peligrosos para los periodistas. En su mensaje, la oficina destacó que el asesinato de un comunicador debe ser investigado con especial atención a su labor informativa, dado que la libertad de prensa es un pilar fundamental en cualquier sociedad democrática. También instó a las autoridades mexicanas a garantizar que se tomen medidas efectivas para proteger a los periodistas en el país.
Por su parte, la CNDH urgió a las autoridades de Tabasco a realizar una investigación sin omitir ninguna línea de investigación, poniendo énfasis en su trabajo como periodista. La Comisión remarcó que es fundamental garantizar la protección al ejercicio de la libertad de expresión y pidió que la investigación avance de manera ágil y sin dilaciones injustificadas. De igual forma, enfatizó que los atentados contra periodistas deben ser tratados con la máxima prioridad para evitar impunidad y enviar un mensaje claro de respeto a los derechos humanos.
El periodista Gallegos, quien también era catedrático y administraba la página de denuncias La Voz del Pueblo, Noticias Sin Censura, fue reportado como desaparecido el viernes 24 de enero. Según testimonios de colegas, Gallegos se especializaba en temas educativos y políticos, lo que podría haberlo convertido en blanco de ataques relacionados con su cobertura. Aunque las autoridades de Tabasco han señalado que inicialmente no se considera su labor como posible móvil del crimen, tanto la ONU-DH como la CNDH insisten en que este aspecto debe ser parte integral de la investigación.
En el mismo sentido, la organización Artículo 19, que defiende la libertad de expresión, se unió a las voces que exigen justicia por el asesinato de Gallegos. La organización destacó que su muerte no debe quedar impune y pidió a la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE) que atraiga el caso para garantizar que se investigue correctamente. También advirtió sobre los riesgos a los que se enfrentan los periodistas en México, quienes, a menudo, son atacados por realizar su labor.
El asesinato de Alejandro Gallegos es un nuevo golpe a la libertad de prensa en México, un país que ha registrado más de 169 asesinatos de periodistas desde el año 2000. El crimen resalta la grave situación de violencia que enfrentan los comunicadores y el poco avance en el esclarecimiento de muchos de estos casos. Organizaciones internacionales y locales continúan demandando justicia para todos los periodistas que han sido víctimas de violencia, mientras que la sociedad mexicana sigue exigiendo que se garantice la seguridad y el derecho a la información.
