* Además, el estado figura entre los diez con mayores tasas de plagio de mujeres y menores, según datos del SESNSP y la Redim.
Redacción / Alfaro Noticias
Chiapas se ha posicionado como uno de los estados más afectados por el secuestro en México, con un total de 62 casos registrados en lo que va del sexenio, según un informe de la Agencia TResearch. Este delito ha mostrado un repunte, particularmente durante los primeros meses de 2024, cuando se registró un aumento considerable en comparación con los años anteriores.
En noviembre del año pasado, el país experimentó una cifra de 163 secuestros, la más alta del período, con Chiapas entre los estados más afectados. A nivel nacional, los estados con mayor incidencia de secuestros incluyen a Chihuahua, con 113 casos, seguido por Chiapas, con 62; la Ciudad de México, con 38; Puebla, con 30; y Tamaulipas, con 35.
El “Informe de Violencia contra las Mujeres” del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), con corte al 28 de febrero de 2025, también revela preocupantes estadísticas sobre los secuestros de mujeres. Chiapas, junto con Nuevo León, presenta una tasa de 0.03 secuestros por cada 100 mil habitantes, una cifra que lo coloca en el grupo de los estados más vulnerables frente a este delito. Chihuahua lidera la lista con una tasa mucho mayor de 0.30 secuestros por cada 100 mil habitantes.
A nivel nacional, el secuestro de menores también sigue siendo un problema grave. Según la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), Chiapas ocupa el quinto lugar en el número de secuestros de niñas, niños y adolescentes, con 73 casos registrados entre 2015 y 2024. Veracruz, con 132 casos, y el Estado de México, con 218, son los dos estados más afectados por este tipo de delito.
El informe de la Redim destaca que los secuestros de menores de edad incluyen casos de secuestros extorsivos, exprés y con fines de daño, lo que refleja la complejidad de los crímenes que afectan a esta población vulnerable. En muchos casos, los delincuentes exigen grandes sumas de dinero a las familias, lo que incrementa el nivel de violencia y afecta gravemente la seguridad y bienestar de los niños y sus familias.
