* Esto refleja un aumento considerable desde hace una década, cuando el porcentaje era solo del 2.3 por ciento.
Daniela Alfaro
Las remesas enviadas a Chiapas, uno de los principales receptores de estas transferencias en México, han comenzado a desacelerarse. En octubre de 2024, el estado experimentó una caída del 1.6 por ciento en el flujo de remesas comparado con el mismo mes del año anterior, según datos del Banco de México. Este descenso se suma a una tendencia de moderación que ha afectado los envíos de dinero durante varios meses, especialmente en marzo, mayo, julio y septiembre.
Pese a esta desaceleración, las remesas siguen representando una parte significativa de la economía de Chiapas, alcanzando en 2023 el 15.9 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) del estado. Esto refleja un aumento considerable desde hace una década, cuando el porcentaje era solo del 2.3 por ciento. Este crecimiento ha posicionado a Chiapas como uno de los estados más dependientes de las remesas en México, destacándose como el tercer mayor receptor de divisas en el país.
La dependencia de las remesas es aún más pronunciada en algunas regiones del estado. En municipios como San Cristóbal de Las Casas, las transferencias internacionales constituyeron más del 40 por ciento de los ingresos de las familias en el 2024. Las remesas también contribuyen a mejorar las condiciones de vida, facilitando el acceso a servicios básicos como educación y salud en las comunidades rurales y marginadas.
El crecimiento de las remesas en el estado ha sido considerable en los últimos años. Entre 2020 y 2024, el estado recibió más de 13 mil millones de dólares, lo que representa un incremento notable respecto a los 3 mil millones recibidos entre 2015 y 2019. Sin embargo, la desaceleración reciente ha generado preocupación, ya que muchas familias chiapanecas dependen de estos recursos para cubrir sus necesidades esenciales.
Expertos atribuyen esta disminución a factores estructurales en la economía de Estados Unidos, donde vive una gran parte de la población migrante local. La disminución de empleos en sectores clave, como la construcción y los servicios, ha reducido el flujo de remesas. Además, algunos estudios sugieren que los migrantes han optado por emigrar a otros destinos fuera de Estados Unidos, lo que podría estar impactando en el volumen de dinero enviado.